CRÓNICA: Muchas Nancys y más Alaska enfervorecen al público del Atlantic

CRÓNICA: Muchas Nancys y más Alaska enfervorecen al público del Atlantic
Mario Vaquerizo inauguró con sus Nancys Rubias el escenario Xacobeo - MÓNICA FERREIRÓS

Dice Mario Vaquerizo que fue en Vilagarcía donde las “Nancys Rubias” se dieron cuenta de que eran famosas. Corría el año 2012 y su irreverente formación pisaba el escenario de A Xunqueira con motivo de las fiestas de San Roque. Ayer –en el regreso oficial del Atlantic Fest a la capital arousana– ese mismo fervor de hace diez años se extendió a miles de gargantas. Eran el aperitivo perfecto a la actuación de Fangoria, el plato más esperado de la primera sesión de un festival que hoy espera con los brazos abiertos a Andrés Calamaro, a Izal y a Los Planetas, pero que ayer se pegó al escenario Xacobeo para ver a Alaska y rememorar si cabe aquellos éxitos que marcaron a varias generaciones. Y no son pocos.

Con puntualidad británica las Nancys salieron al escenario principal a las once menos cuarto de la noche. Mario Vaquerizo –embutido en un mono de lentejuelas verde con collar de pedrería brillante– demostró que no hace falta cantar para triunfar. Y es que el playback fue su fiel amigo en una actuación en la que ni en una sola canción el público se quedó parado. Las Nancys hacen sobre todo versiones, pero de temas tan archiconocidos que es imposible no conocerlos. A mayores sonó –como no podía ser de otra forma– “Peluquitas”, pero fue el “Me da igual” el que desató la locura en A Concha. El broche perfecto para dar paso a una Alaska por la que no pasan los años. Ella –con un mono dorado y con mangas abullonadas– demostró que es la “reina del glam” como minutos antes cantaba Vaquerizo


Cuatro bailarines con pasos imposibles y una estética de los 80 que vuelve a ponerse de moda convirtieron su actuación en un auténtico espectáculo. Empezó con los temas de Fangoria para ir calentando poco a poco el ambiente. Interpretó “Espectacular” y las gargantas se vinieron arriba, pero fue cuando se cambió de traje (para ponerse un vestido negro de lentejuelas y transparencias) cuando sus éxitos más conocidos empezaron a sonar. Esos temas que saben incluso aquellos que reniegan de conocerlos


El “Absolutamente” que cantó a dúo en su día con Sara Montiel, el “No quiero más dramas en mi vida” o “Fiesta en el infierno” hicieron saltar a toda la playa de A Concha. Terreno sembrado para que sonase “A quién le importa”, con el que Alaska creó un himno. Parecía el final, pero todavía quedaba más en una noche calurosa y con ganas de fiesta. De nuevo cambio de vestuario para un vestido de lentejuelas rojo como el mismo infierno. Y ahí sonó “Y es que me hace volar” y un “Ni tú ni nadie” que Alaska ya cantaba en su época con Dinarama.


Para despedir un espectáculo en el que no faltaron brillo, luces, glam y música discotequera Alaska invitó a subir a “mis amigas” al escenario. Entraron las “Nancys” y el Atlantic retrocedió prácticamente cuatro décadas para ver a Alaska y a Mario interpretar “Mi novio es un zombie” y acallando con un ligero beso en la comisura de los labios los rumores de ruptura que pesan sobre esta pareja desde hace unas semanas. Y es que al margen de eso, hay mucho Mario y todavía más Alaska para rato. Y en el Atlantic dieron buena muestra de ello.

CRÓNICA: Muchas Nancys y más Alaska enfervorecen al público del Atlantic

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