Empieza la obra del tramo de ciclovías que unirá Doutor Tourón y Valle-Inclán

Vilagarcía contará muy pronto con un nuevo tramo de ciclovías. Será el que unirá el vial para bicicletas que ya existe en Doutor Tourón y Fariña Ferreño con la avenida Valle-Inclán pasando por las céntricas calles Alejandro Cerecedo y Alexandre Bóveda. Es por ello que desde el Concello advierten que mañana y pasado Alejandro Cerecedo se cerrará al tráfico rodado para proceder a su fresado y asfaltado y mejorar así la plataforma de la calzada. Una vez se termine el asfaltado en este vial se actuará directamente en Alexandre Bóveda (que discurre paralela al Mercado de Abastos) y que estará cerrada al tráfico el miércoles y el jueves de esta semana.

Los trabajos repercutirán tanto en aquellos que quieran acceder al centro urbano en coche como a los que tengan plazas de garaje en esos viales en concreto. De hecho ni mañana ni pasado se podrá entrar o salir de los garajes de Alejandro Cerecedo entre las ocho de la mañana y las ocho de la tarde.

Como medida alternativa para que los vehículos puedan acceder al centro urbano estos deben entrar por Valle-Inclán para seguir por Alexandre Bóveda y Arzobispo Lago.

Con la ejecución de este tramo de ciclovías el centro urbano queda conectado con esta infraestructura con la zona del paseo, dado que en Valle-Inclán ya existe un vial exclusivo para bicicletas que va hasta Vilaxoán y –en sentido contrario– hasta el paseo marítimo de A Concha-Compostela.

Cabe recordar que las ciclovías son una de las apuestas más potentes del gobierno local de Alberto Varela en materia de movilidad en la ciudad. Su ejecución, en todo caso, no ha estado exenta de críticas sobre todo en lo referente a la pérdida de aparcamientos en calles muy céntricas como son Rodrigo de Mendoza, Doutor Tourón, Fariña Ferreño o Ramón Cabanillas.

La idea del gobierno local –una vez se consiga la financiación necesaria– es seguir adelante con las ciclovías por otros puntos de la localidad con el objetivo de crear la infraestructura segura para que las bicicletas se conviertan en un medio de transporte habitual en la capital arousana.

Otra de las polémicas que rodeó a las ciclovias fue el hecho de que su color se destiñese a apenas seis meses de ser pintadas, por lo que todavía pueden verse zonas en donde el verde, el amarillo o el rojo han desaparecido.