El sueño es real. El Club Juventud Cambados vuelve a Tercera RFEF 27 años más tarde. Los de Pénjamo pasaron la eliminatoria ante el Beluso en una agónica tanda de penaltis que finalizó acertando Fran, uno de los capitanes del equipo, para que los de Pénjamo pudieran volver a besar la gloria. Un premio ante un rival que planteó un partido muy duro y en el que el Cambados acabó disputando los últimos minutos con diez jugadores, tras una intensa prórroga en la que el colegiado mostró la tarjeta roja a Fran.

El Beluso comenzó imponiendo su juego, buscando acciones a balón parado en las que generar peligro en el área de Roberto Pazos. Así, Bata impidió que un balón que iba a disparar Millán acabase en la portería de Pazos, sellando así el primer córner en menos de cinco minutos. Los locales mantenían una mayor presencia en área rival, dificultando la salida a los de Pénjamo.

Millán lo volvía a intentar con un disparo lateral que acabó en saque de banda para los visitantes. Los de Rafa Villaverde transitaban rápido con balón, además de hacerlo con cierta comodidad. Edi Valverde trató de devolver la posesión al Cambados con una recuperación en el centro del campo, pero un mal pase volvió a entregar el esférico a un Beluso que se mostraba superior llegados al ecuador de la primera mitad. 

Aunque el marcador seguía igual, el Beluso estaba consiguiendo plantear el partido que quería, y es que a diferencia del partido de ida en Burgáns, Iker apenas tuvo que salir a escena en el primer tiempo, excepto en algún disparo lejano. Ambas aficiones se estaban haciendo notar, con la tensión propia de una final, animando sin cesar a sendos equipos. 

Los de Pénjamo parecían comenzar a coger impulso a través de acciones por la banda de Diego Iglesias, pero sin llegar a crear un peligro real en área rival. Roberto Pazos interceptó un remate de cabeza de Jardi que podría haber supuesto el primero del partido. 

Los de Villaverde respondieron con un contragolpe en el que esta vez, Abraham encontraría espacio en el área para rematar y batir a Pazos, poniendo el 1-0 en el marcador que complicaba mucho las cosas a los cambadeses. Diego Iglesias lograba meterse dentro del área, pero la férrea defensa del Beluso impidió que la jugada finalizase, ya que llegaron antes al despeje. 

Tras una pequeña pausa de hidratación, el balón volvió a rodar. Los visitantes entraron en modo apisonadora, con una recuperación de Seydou en el centro del campo que acercó a Jacobo a la media luna, pero los de Villaverde recuperarían el balón. 

El Beluso cerraba muy bien los espacios, por lo que los cambadeses eran incapaces de avanzar con balón en un espacio tan cerrado. Así, en las pocas llegadas al área que estaban teniendo, los de Pénjamo tomaban decisiones muy precipitadas, como se pudo ver en un rechace que Tiko no dejó escapar, poniéndola a la banda derecha para que Dieguito y Jacobo tuvieran margen de maniobra, pero un precipitado disparo acabó devolviendo el balón a los locales. 

Con el descanso llamando a la puerta, el Cambados no terminaba de encontrarse en As Laxes, precipitándose en la toma de decisiones ante un rival mucho más organizado. De este modo, el enfrentamiento se fue al descanso en un momento de máxima tensión en As Laxes, y con un Cambados que veía cómo se le escaba la posibilidad de ascender en cada minuto.

Segundo tiempo

El esférico volvió a rodar en casa del Beluso con la misma dinámica con la que finalizó la primera mitad. Los cambadeses buscaban mantener la calma, aunque los locales iban un paso por delante. Un robo de Dieguito para salir al contragolpe por la banda pudo haber sido la primera acción de verdadero peligro para los visitantes, pero el pase no fue acertado. 

En vista de que la retórica del partido no cambiaba, Pénjamo sacó a Ramón para dar entrada a Paco Reigosa. Cerca estuvo Seydou de empatar la eliminatoria en un remate de córner, pero finalmente el esférico salió desviado por encima de los palos de Iker, que en el comienzo del segundo tiempo tuvo más trabajo. 

El Cambados lo volvía a intentar con un disparo de falta lateral de Tava, que terminó rozando el larguero. Fran Matos puso el pase perfecto para que Tiko rematase ante Iker, pero finalmente la acción acabó en saque de puerta. Aunque los de Pénjamo parecían haberse enchufado al partido, los de Villaverde seguían llevando la voz cantante de la gran final. 

Cuando todo parecía perdido, apareció Ramón. Un disparo dentro del área tras un rechace puso el 1-1 en el marcador de As Laxes. Un gol que desató la locura entre la Marea Amarilla. Zalo se quedó muy cerca de volver a levantar la euforia, después de irse de dos defensas, pero sin encontrar espacio para dar el pase atrás a Ramón. Así, cuando el final del partido acechaba, todo parecía destinado a seguir decidiéndose, ya que el marcador seguía señalando el empate. 

Empujando más con el alma que con las piernas, ambos conjuntos se dejaban el último ápice de energía en llegar al área rival. El encuentro finalmente acabó yendo a la prórroga ante el empate por 2-2 de la eliminatoria. Reigosa tuvo dos disparos claros para poner al Cambados por delante, uno de ellos llegó a tocar el larguero, pero no cruzó los palos de Iker. 

Las cosas se complicaban cada vez más, y es que los de Pénjamo se quedaron con 10 después de que el colegiado expulsase a Fran. Ninguno de los conjuntos pudo adelantarse en la prórroga, por lo que finalmente, el ascenso a Tercera RFEF se fue a la tanda de penaltis. Después de casi 20 minutos esperando, Cadabón estrenó los penaltis, engañando a Roberto Pazos. Ramón fue el primero del Cambados en lanzar. Un intento de panenka que terminó siendo un pase directo a Iker. Abraham, autor del gol del partido, falló el penalti para aventajar así al Cambados. 

Después de más de tres horas, As Laxes dictó sentencia. El acierto de Fran en el último penalti impulsó al Juventud Cambados de vuelta a Tercera RFEF 27 años más tarde. Una plantilla que ya forma parte de la historia del conjunto cambadés, que sigue el hito conseguido también por el Céltiga, con quien se verá las caras ya la próxima temporada en una de las categorías más exigentes de la actualidad.