La historia se repite en la empresa Impex, que parece estar viviendo un nuevo episodio de tragedias en su larga trayectoria profesional en la comarca. El colosal incendio que azotó y acabó con una de sus naves de raticidas y fitosanitarios en Rubiáns, en Vilagarcía, es solo un nuevo capítulo en la historia de la compañía.
Fue en abril de 2019 cuando Impex ocupaba -al igual que lo hace hoy- los titulares de los medios por un incendio que obligó a desalojar varias viviendas situadas en la parte trasera del fuego. En su día una de las hipótesis que se barajó fue un cortocircuito, ya que la noche anterior había caído una importante tormenta. El balance dejó ver que solo se salvaba la estructura, pero no se descartaba el derrumbe.
Ahora, seis años después, la historia parece repetirse, y aunque en este caso los rayos no habrán tenido nada que ver, la realidad es que se desconocen por el momento los motivos por los que se inició el fuego que acabó con la nave y también desalojó decenas de viviendas.
El gerente de Impex, Toni Alonso, no solo manifestó su frustración con el incendio, en el que poco se podía salvar, sino que además también se lamentó al recordar que la nave había sido restaurada hace apenas unos meses. “Es toda nueva de este año”, comentaba casi sin creerse lo que estaba pasando.
Aunque todo fueron malas noticias para la compañía y los propietarios que se acercaron al lugar manifestaron su pena, la realidad es que las llamas en esta ocasión se originaron un sábado, por lo tanto los ocho empleados que trabajaban en el lugar, no se encontraban allí, y los vecinos fueron evacuados a tiempo, por lo que no se lamentan daños personales.