La zona de O Ramal sobre la que todavía no actuaron las máquinas, un tercio de la superficie, está desde ayer abierta y disponible para su uso como aparcamiento de vehículos. Serán aproximadamente 70 plazas. Ayer por la tarde procedieron a la reestructuración del vallado para permitir tal uso. Desde el Concello explican que se trata de una medida temporal, puesto que el 19 de agosto todo el recinto quedará de nuevo cerrado definitivamente y hasta que finalice el proyecto renaturalización de la zona.
 

Las obras comenzaron por la zona más próxima al antiguo pórtico de hormigón, que ya fue derribado y, a continuación, se procedió al fresado del terreno, para dejar libre una amplia parte, al coincidir con el montaje del Atlantic. “Pasado o festival, retomáronse os traballos, centrados en cuestións máis técnicas e de planificación que de construción en sentido estrito”, señalan desde Ravella, que apuntan que “dado que a empresa entrou, por convenio, en vacacións ata o 18 de agosto, tanto o Concello como a firma adxudicataria e o arquitecto director decidiron esperar ao 19 para volver a meter as máquinas nesa área pendente”. 

Una gran pradera

Es esta circunstancia la que permite volver a habilitar esa zona, la más pegada a las naves de O Ramal, como estacionamiento, razonan desde el Concello. Será, en cualquier caso, una medida provisional, hasta que Marconsa vuelva al trabajo. Según la planificación de la obra, a partir de ese momento proseguirá el fresado del suelo, se derribará el muro hacia el paseo, se retirarán los juegos y se comenzará con la instalación de las canalizaciones. “Despois chegará a creación da gran pradería, os camiños e a cafetería, actuacións que se completarán coa plantación dun cento de árbores”, explican fuentes municipales. La inversión es de algo más de 1,1 millones y el plazo de ejecución, de 10 meses.