9º-15º
sábado | 27 abril | 2024
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra condena a un año, seis meses y un día de prisión al empresario vilagarciano que falsificó una tarjeta de ITV. Sin embargo, no tendrá que entrar en la cárcel ya que la misma sentencia, que es firme y contra la que no cabe recurso de ningún tipo, acuerda la suspensión de la ejecución de la pena de prisión por el plazo de dos años a lo largo de los cuales el hombre no podrá cometer delito alguno, ya que si no se revocará esta medida.
Los hechos, que reconoció el propio condenado, se remontan al 24 de agosto de 2011, cuando el acusado “expidió y firmó” una tarjeta de inspección técnica para un remolque en la que se establecía que el vehículo “se ajustaba, en sus características técnicas, al tipo de homologación RL- 0460, tipo B3 y variante B-3-N”.
Sin embargo, el representante del ministerio público considera que el vehículo no se “ajusta” a las características que se describen en la tarjeta de ITV.
El remolque tiene una longitud de cuatro metros, una anchura de 1,9 metros y una altura de 1,8 metros, mientras que el homologado debería tener una longitud total de 2,9 metros, una anchura de 1,5 metros y una altura total de 1,1, según se relató en el escrito de acusación que aceptó punto por punto el condenado.
El remolque en cuestión había sido fabricado por una tercera persona a petición del propietario y la sentencia considera probado que lo hizo a cambio de un precio.
El fallo judicial, además de la pena de prisión, condena al empresario a una multa de 150 euros y lo inhabilita para fabricar remolques durante un año.
