Las fuertes lluvias provocan plagas de ratas y hormigas en Vilagarcía

El duro invierno que se está viviendo este año en Arousa está teniendo consecuencias inesperadas, como la propagación de ratas y hormigas en varios puntos del municipio. La zona de Canelas es una de las más afectadas y tras tener conocimiento de las quejas de los vecinos por lo que Plagal decidió comenzar en este punto la campaña de desratización que se lleva a cabo todos los años.
Por lo general, estos trabajos se llevan a cabo en el mes de marzo, pero este año fue imposible “poque con la lluvia que cayó al poco de colocar el cepo ya desbordaba la alcantarilla y había que volver a ponerlo”, explica Joaquín Santamaría, gerente de la empresa Plagal.
Y es que es precisamente el desbordamiento de las arquetas lo que obliga a los roedores a buscar cobijo fuera y es por ello que durante los pasados días se dejaron ver por zonas como la carretera de Cuca o incluso en el interior de las viviendas.
Pero no es la única plaga que se ha registrado este invierno en Vilagarcía, donde según explica Santamaría se han incrementado, y mucho, “las llamadas de gente que nos dice que tienen hormigas en casa. Se inundan y suben a buscar refugio. Es normal con la cantidad de agua que calló y sin parar”, explica.

El atípico invierno
ha propiciado la aparición de este tipo de animales
en casas y huertas

remedios caseros
Los primeros en dar la voz de alarma fueron los vecinos de Canelas, que desde hace un tiempo se ven obligados a echar mano de remedios como el pegamento o las trampas para poner fin a un problema.
Garajes, gallineros, patios o huertas son algunos de los lugares en los que puede verse a estos repudiados roedores que incluso llegaron a colarse en el falso techo de una casa.
“Eu os ratos non os vexo entrar, pero dou con eles no garaxe ou no galiñeiro. Vou pola noite, e como sei por onde escapan, vounos matando cun pau grande a medida que escapan. Uns días non ves ningún, outros dias algún e a veces, como o xoves, pescas cinco”, asegura uno de los vecinos afectados.
Y es que el tamaño de los roedores puede llegar a alcanzar dimensiones considerables. Los más pequeños son los que se interceptan más fácilmente. Para ello, los vecinos utilizan trampas como cepos o pegamento. “Veneno non porque temos gatos e patos e algún xa apareceu morto”, asegura este residente en Canelas. En cambio, los más grandes se escapan con más facilidad y contra estos solo cabe un remedio: El palo.
Los vecinos aseguran que llevan sufriendo este problema desde 2011. Además de las fuertes lluvias, la proximidad al Puerto o la abundancia en la zona de fábricas abandonadas hace que la presencia de ratas sea mayor en Canelas que en otros puntos. En este sentido, también juega un papel muy importante el reciente cierre de la emblemática fábrica de Cuca. “Allí hay mucha madriguera y ahora dejó de limpiarse, por eso se pueden ver muchas ratas”, asegura Joaquín Santamaría, de la empresa Plagal, que trabaja ya en la solución al problema.