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sábado | 27 abril | 2024
Para que sirve un lavadero sin agua es una de las preguntas que se hacen constantemente los vecinos de Vilaxoán. La tradicional estructura fue objeto de una reforma realizada por el Concello con fondos de la Diputación de Pontevedra. Las obras se ejecutaron en 2018 y el cartel todavía puede verse a escasos metros. Sin embargo, lejos de recuperarse, los vecinos temen que el lavadero esté precisamente firmando su condena a muerte. “Iso si que non o vamos a consentir”, advierten..
No es la primera vez que se quejan y tampoco parece que vaya a ser la última, ya que el problema tiene una complicada solución. Y es que el río que surtía de agua corriente al lavadero utilizado durante décadas por diversas generaciones vilaxoanesas ya no va a parar allí. Su curso se ha desviado y se oye discurrir por arquetas situadas a varios metros, ya en la carretera.
Lo que sí va a parar al lavadero son restos de grasa, incluso basura o aguas de alcantarillado, al parecer procedente de una urbanización situado en lo alto de Vilaxoán, según explican los vecinos. Cómo se han desviado todos los cursos es algo que desconocen los afectados, que aseguran que en la calle se han realizado numerosas obras. “Están siempre levantando”, apuntan.
De hecho, sobre la carretera todavía puede verse una plancha metálica de las que se ponen “provisionalmente” mientras no se acaba de cementar. La solución provisional dura ya meses y “o ruido de noite é tremendo”, apunta una vecina.
Se sienten, así, abandonados y muy preocupados por un lavadero que sienten como suyo. “Leva toda a vida con nós”, aseguran algunos de los más veteranos del lugar. Llamaron al Concello “xa unha chea de veces” y “ata chegamos a falar co alcalde”, pero la solución no llega y el enfado crece.
La normativa autonómica prohíbe el uso tradicional de los lavaderos, es decir, lavar allí la ropa, por considerarlos elementos patrimoniales a proteger.
Pero precisamente por esta cuestión, los vecinos de Vilaxoán consideran que debería cuidarse esta estructura y dotarla de nuevo de agua limpia, frente al aspecto sucio que ofrece en la actualidad y que no llama siquiera a estar cerca.
“É unha imaxe lamentable nestos días”, asegura una vecina haciendo referencia a las fiestas del Rosario, que se celebran en Vilaxoán desde hoy. Están convencidos de que las obras de la escuela infantil, situada a escasos metros del lavadero, influenciaron en la pérdida de agua corriente y acabaron por desviar el río que lo surtía.
Retraso en Vázquez Leis
No es la única queja que tienen estos vecinos, que se sienten “abandonados” por el Concello. Y es que también lamentan el retraso que acumula la obra de Vázquez Leis. “Ás veces non sei de que cor é a porta de casa”, apunta un afectado. Son ya muchos meses los que llevan soportando unos trabajos que tenían un plazo de ejecución de tres, y que se han ido prorrogando por la aparición de piedra, entre otras cuestiones que apuntan desde la empresa adjudicataria. Los vecinos no ven que la situación vaya a resolverse pronto, ya que aseguran que “solo hay dos personas trabajando”. La Xunta de Goberno Local concedió a la empresa una nueva prórroga. El plazo acaba el día 20. No confían mucho en ello, pero sí en un buen resultado. “Vai quedar bonito”.
