La obra de A Florida está pendiente de que Augas de Galicia abone la fianza

La concesión de licencia para las obras de canalización del regato de A Florida, que atraviesa un garaje en Rodrigo de Mendoza, está solo pendiente de que Augas de Galicia abone la fianza requerida. Una vez se cumpla este trámite, el asunto se debatirá en el Consello da Xerencia de Urbanismo.
Los técnicos municipales ya informaron favorablemente sobre el permiso tramitado por el organismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente. Se trata de la solicitud de licencia para la segunda fase de la obra, ya que la primera y la tercera fueron ejecutadas en base a un convenio entre la Xunta y el Concello.
Por tanto, para la puesta en marcha de las esperadas obras, tan solo falta un trámite que se lleva a cabo para todas las obras, el depósito de una fianza, y que debe ejecutar Augas de Galicia.

Un problema de décadas
La propia administración autonómica explicaba hace unos días que ya se estaba tramitando la concesión de la licencia municipal y que en cuanto se obtuviese este preceptivo permiso se pondrían en marcha los trabajos en Rodrigo de Mendoza.
Unas obras por las que los vecinos llevan esperando desde que se construyó el edificio, hace décadas, ya que un río atraviesa literalmente el garaje, suponiendo un serio peligro cada vez que llueve con intensidad.
Los afectados mantuvieron numerosas reuniones con diversas instituciones y los trámites para solucionar este problema se vieron dilatados por el conflicto judicial que mantiene la promotora del edificio, Vicando, con la administración autonómica.
Vicando mostró siempre su rechazo a la orden que establecía que debería asumir la segunda fase de las obras, e incluso recurrió a los tribunales. A principios del mes de abril, el ejecutivo autonómico resolvió un plazo de treinta días para que la promotora realizara los trabajos.
En los bajos de Rodrigo de Mendoza no se dio una sola señal de que la empresa fuese a iniciar las obras requeridas por la Xunta, por lo que Augas de Galicia emitió una nueva resolución en la que asumía la ejecución subsidiaria de la segunda fase.
De esta manera, la entidad dependiente de Medio Ambiente asumiría los trabajos para, una vez finalizados, pasarle la factura a la promotora.
Una propuesta en la línea de la que lanzó en su día el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, tras una reunión con los vecinos que pidieron la mediación del Concello para acelerar las obras.
En cualquier caso, queda por ver si, una vez finalizadas las obras, Vicando asume la factura que se le envíe desde la administración autonómica. Un conflicto que ya deberán resolver la administración y la promotora, y del que quedan al margen los vecinos, principales afectados por los defectos de construcción del edificio. De hecho, en algún momento del proceso, la administración autonómica incluso se planteó la demolición del inmueble, tal y como consta en el expediente. l