La empresa concesionaria del servicio de agua y depuración, Espina y Delfín, presentó un escrito el 6 de junio advirtiendo de que se había detectado la entrada de un vertido de gasolina “non autorizado, cun forte olor, no pretratamento da EDAR” de Ferrazo. Advertían desde la firma de que este tipo de derrames pueden “dar lugar a desequilibrios na planta, podendo chegar a provocar uns malos resultados analíticos”, por lo que la Xunta de Goberno acordó remitir el escrito a Augas de Galicia.
Fue solo cuatro días después, el 10 de junio, cuando la Policía Local advirtió de la presencia de un vertido de gasolina en pleno río de O Con, en el tramo anterior que hay al parque de A Coca. Hasta allí se desplazaron los efectivos del Servizo Municipal de Emerxencias e Protección Civil, que procedieron a desplegar las barreras anticontaminación para evitar que el vertido se propagase. Desde el Concello señalaron entonces que no se trataba de una afectación muy grande en cuanto a superficie, pero que se trataba de que no se propagase la mancha. Al mismo tiempo, se procedió a abrir la correspondiente investigación para determinar el origen de la misma.