La población en los principales núcleos históricos de Vilagarcía resiste y, en algunos casos, incluso aumenta respecto a las cifras de hace un lustro. Así lo reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística sobre núcleos poblaciones concretos y que advierten que los principales núcleos de atracción para vivir en la capital arousana continúan siendo el centro urbano (Arealonga, Fontecarmoa y A Xunqueira) y las históricas zonas de Carril y el eje Sobradelo-Sobrán y Vilaxoán. Bien es cierto que el temor de esta última localidad a la pérdida de población está justificada con los datos en la mano. En solo cinco años los vilaxoaneses han pasado de ser 1.349 a 1.322. Eso sí, la zona experimenta un ligero crecimiento respecto a 2018, 2019 y 2020 con cifras que hacían prever una sangría poblacional progresiva que, conocidos los datos de 2021, no se ha dado. Al menos por el momento. En cambio en Sobrán los vecinos aumentan y en Sobradelo se afianzan en 5.351 en el núcleo contabilizado por el INE, con casi cien personas más que hace un lustro.
En la misma cara de la moneda se encuentra el núcleo de Carril (que no se corresponde para el INE con la división de la parroquia), que aumenta en solo cinco años 200 habitantes. Tiene, así pues, 4.905. No ocurre lo mismo con Trabanca Sardiñeira, que pierde una treintena de habitantes y acaba 2021 con 670. O con Guillán, otro de los núcleos rurales destacados y que en cinco años bajó 72 vecinos. Y es que frente a la predilección que parecen tener los ciudadanos por núcleos más compactos y próximos el rural continúa siendo sinónimo de éxodo y de despoblación en la mayoría de los casos. Bamio, Rubiáns o Cea pierden población respecto a la que había en 2017, por ejemplo, aunque curiosamente la mejoran en 2021 respecto al año anterior.
Aunque de forma más bien tímida núcleos vilagarcianos más pequeños como pueden ser Aralde o Galáns suben ligeramente en población. De hecho en Aralde lo llevan haciendo progresivamente desde hace cinco años y son 410 los vecinos, según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadística. En Galáns son prácticamente la mitad, 196, pero con una cifra mejorada respecto a 2017 cuando contaban con 190.
En todo caso la zona con menos población del municipio vilagarciano continúa siendo Solobeira. Tiene registrados 209 vecinos, una cifra que ha ido decayendo en la última década con la excepción de 2020. El grueso de la población vilagarciana se concentra, no obstante, en el centro, dado que entre Fontecarmoa, Arealonga y A Xunqueira las cifras del INE suman más de 23.000 habitantes.
La cuestión es que pese a la pérdida de habitantes en determinados núcleos de Vilagarcía la población global de la capital arousana se ha venido manteniendo e incluso aumentando en el último lustro. Si en 2017 eran 37.479 los censados la ciudad terminó el año 2021 con 37.545. Cifras positivas teniendo en cuenta la bajada de la natalidad, entre otras cuestiones. Eso sí, pese a este ligero incremento la capital arousana sigue lejos de los 38.913 de Narón que -bajo el único criterio de la población- sigue en el puesto de la octava ciudad de Galicia.