El Concello de Vilagarcía abrió un total de 142 expedientes sancionadores durante los doce meses de 2022 a propietarios de terrenos que mantenían sus fincas sin limpiar o en estado de abandono. La administración local actúa así en cumplimiento de una ordenanza municipal que obliga a los dueños de fincas o parcelas a mantenerlas en perfecto estado para garantizar no solo las mínimas condiciones sanitarias e higiénicas, sino para evitar también que sean un riesgo en caso de incendio. Una vez que se producen las denuncias por el mal estado de algunas fincas –tanto las ubicadas en el centro urbano como en las parroquias del rural– el Concello activa los mecanismos para advertir a los propietarios de que las limpien. Según Ravella el 60 % de los dueños advertidos ejecutan la limpieza de sus propiedades tras la primera advertencia del Concello. Con el resto se hacen más requerimientos advirtiéndoles no solo de las sanciones a las que pueden enfrentarse, sino incluso a la expropiación de sus fincas y a la limpieza “de oficio” por parte de la propia administración.
Las multas –según figura en la propia ordenanza municipal que fue aprobada en el año 2008 y que es la que está vigente– pueden llegar hasta los 6.000 euros por cada una de las advertencias.
Lo cierto es que año tras año son muchos los vecinos que interponen quejas formales por el estado de algunas fincas cuya maleza invade sus propiedades o incluso las aceras en espacios públicos. Sobre todo en verano el temor de los denunciantes es que, si hay un incendio, este se propague sin control por la zona y el hecho de que haya maleza acumulada dificulte mucho su extinción.
Desde Ravella han reconocido en más de una ocasión las dificultades burocráticas con las que se encuentran a la hora de hacer cumplir la ordenanza. Y es que –como así lo ha señalado el alcalde, Alberto Varela, en más de una ocasión– el Concello no puede entrar con personal municipal en la finca porque sí, sino que deben darse unos pasos de advertencias previas que dilatan mucho el proceso. Eso cabrea en numerosas ocasiones a los vecinos de propiedades aledañas a esos puntos concretos, que tienen que convivir con una maleza desmesurada y con el temor de que un incendio pueda afectar a esa propiedad en concreto y –por extensión– también a las suyas.
Estos expedientes se tramitan desde el área de Urbanismo. l