Ravella asegura que el consumo el día de la Festa da Auga fue el más bajo de agosto

Ravella asegura que el consumo el día de la Festa da Auga fue el más bajo de agosto
Este año el agua de la lluvia ayudó a empaparse y también la que los vecinos lanzaban por los balcones y ventanas tras el pregón en San Roque | mónica ferreirós

El agua que los vecinos y las miles de personas que asistieron el martes a la fiesta de Vilagarcía utilizaron para mojar a las multitudes no parece haber afectado al gasto del líquido elemento. Es más, desde el Concello aseguran que la jornada de la Festa da Auga fue la de menos consumo de todo el mes de agosto indicando que así se lo han señalado desde Espina y Delfín, empresa concesionaria del servicio en la capital arousana. La administración local habla de cifras concretas. Expone que en la fiesta el consumo de agua potable se cifró en 8.447 metros cúbicos, casi mil menos que los registrados el lunes día 15 con 9.361 metros cúbicos consumidos. Unos datos que sorprenden y para los que desde el Concello no han dado una larga explicación, teniendo en cuenta que a mayores del consumo habitual del líquido elemento fueron muchos los vecinos que lo utilizaron para regar a aquellos que gritaban “aquí no llega” en las diferentes calles de la “zona húmida”. En todo caso se ahorró con respecto a otros años no solo porque la asistencia a la celebración fue menor –aunque suficiente con una nada desdeñable cifra de 6.000 personas según la Policía Local–, sino porque se retiraron las grandes mangueras que sí funcionaron en ediciones anteriores.


Conscientes de las críticas suscitadas por llevar a cabo la celebración del Auga, pese a la prealerta de sequía que ha llevado a municipios arousanos a importantes restricciones, desde el gobierno municipal apuntan a un “consumo responsable” como tónica general” y que pese a la ausencia de las mangueras el regreso de esta esperada fiesta fue todo un éxito. “A xente estaba moi animada e gozou con toda a intensidade da festa, comprobando o que xa intuiamos: que os vilagarciáns tiñamos ganas de mollarnos, que despois de dous anos sen Festa da Auga existía unha necesidade anímica vital de celebrala”, declara el alcalde, Alberto Varela. Desde el Concello aseguran que el regreso a los orígenes de la celebración tuvo muy buena acogida también por parte de la comisión ciudadana que se encarga de aspectos de su organización. “Celebrouse a recuperación da esencia da festa, con máis tambores, bailes e cánticos na honra de San Roque e pedindo auga e, especialmente, a presenza cada vez maior de familias enteiras, pais e nais con fillos pequenos, gozando e divertíndose por igual da celebración tal e como se facía na súa orixe”, explican desde la administración local.


Las tareas de limpieza

Respecto al trabajo de los servicios de limpieza tanto después de la noche previa al día mismo del Auga desde el Concello apuntan a que este año fue mucho más fluido. Las últimas zonas en acondicionar fueron aquellas en las que se concentraron los últimos rezagados como A Baldosa y Méndez Núñez, pero que quedaron listas bien entrada la tarde. Dado que hubo menos gente que en 2019 (el último año que se había celebrado) también se generó menos basura. Se recogieron 10 toneladas de residuos sólidos urbanos, frente a las 20 de 2019. Además se mejoró notablemente en la recogida selectiva. Se retiraron de diferentes puntos de la ciudad 9.140 kilos de envases ligeros frente a los 7.260 del año 2019.

Desde el Concello achacan el descenso de asistencia al hecho de que la celebración no coincidió en fin de semana y también al mal tiempo anunciado desde días antes que disuadió a muchos.

Ravella asegura que el consumo el día de la Festa da Auga fue el más bajo de agosto

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