Una obra frenada por la burocracia

Una obra frenada por la burocracia
Las aceras que se quieren ampliar son las que pasan por el instituto | g.s.

Son nada más y nada menos que tres administraciones las que deben dar el visto bueno para que las aceras que discurren justo por delante del instituto Castro Alobre puedan ampliarse tal y como lo demanda la ciudadanía y la comunidad educativa. Este entramado de titularidades y competencias ha enquistado una obra que recibió en su día el visto bueno del pleno, pero cuya ejecución parece que va para largo. Y es que aunque el Concello es el que, en teoría, llevaría a cabo los trabajos, no puede hacerlo sin antes contar con el permiso del Ministerio de Fomento (titular de la carretera que pasa justo por delante del instituto) y de la Consellería de Facenda (titular de los terrenos que deben ser cedidos para que las aceras puedan ampliarse según las normas exigidas para una correcta accesibilidad).

Un total de administraciones están implicadas en la necesaria y demandada ampliación de las aceras que discurren frente al Castro Alobre

La burocracia lastra un proyecto que, desde aquel pleno que ya suena a lejano, poco ha avanzado. Sí se sabe que desde la administración local se pusieron en contacto tanto con Fomento como con la Xunta de Galicia para empezar a saltar escollos.

Y es que las aceras de San Roque no solo son utilizadas por los miembros de la comunidad educativa (cientos, por cierto), sino también por los vecinos que acuden al centro de salud de San Roque o que, simplemente, bajan al centro urbano desde el populoso barrio de As Carolinas.

La accesibilidad y mejorarla en aquellos puntos imprescidibles ha sido uno de los caballos de batalla de este ejecutivo. En el caso de las aceras del Castro Alobre los escollos parecen estar puestos por los procesos administrativos vinculados a las propias entidades públicas.

Una obra frenada por la burocracia

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