El fuerte viento y las intensas lluvias acompañaron en O Barbanza desde primera hora de ayer, pero no fue hasta las tres de la tarde en que empezaron a dejarse sentir con virulencia. Durante las dos horas y media siguientes hubo muchas incidencias, como las 25 de las que fue alertada la Policía Local de Riveira, la mayoría por caídas de árboles, tejas y tendidos eléctricos y telefónicos. Pero, el fenómeno más destacado tuvo lugar a las cinco de la tarde y durante el cuarto de hora siguiente con una espectacular tromba de agua que provocó el desbordamiento de las redes de alcantarillado, por lo que se levantaron las tapas de alcantarillas en varios puntos de la zona.
La Rúa Castelao, de Aguiño, a la altura del cruce con la Rúa do Carreiro volvió a estar llena, pero esta vez no fue de arena como venía sucediendo hasta ahora, sino de agua debido a la lluvia caída y a que el alcantarillado recibió más metros cúbicos de los que puede asumir. Esa escena se repitió en otros lugares, como el barrio riveirense del Monumento, donde una tapadera se levantó golpeando y causando daños a un vehículo. Lo mismo le sucedió en A Fieiteira a otro coche, al que la caída de un poste de tendido eléctrico le ocasionó importantes destrozos en la parte delantera.
El diluvio provocó el desbordamiento de algún río, como los que pasan por Artes y por Xenxides, en donde el agua casi cubrió el hueco de un puente en obras. Algunos testigos indicaron que esa estructura en construcción puede resultar insuficiente si se repiten este tipo de incidencias. También se inundó un tramo de la Avenida de Buenos Aires, en Corrubedo, en donde confluyen todas las aguas que no es capaz de asumir la tierra de muchas fincas del entorno, y que los sistemas de recogida de pluviales no sirven de mucho. En varios puntos se formaron bolsas de agua que dificultaron el tráfico.
La fuerza del mar, que obligó a que la mayor parte de la flota permaneciera amarrada, ofreció imágenes espectaculares, tanto Coroso como en la punta del Faro de Corrubedo, hasta donde se acercaron curiosos a ver romper las olas contra la estructura del paseo marítimo o en las rocas. Varias bateas del polígono A de la Ría de Arousa quedaron a la deriva y alguna de ellas se aproximó bastante a la playa rianxeira de Tanxil. Pese a que el mar estaba bastante revuelto, media docena de barcos bateeiros salieron para poder identificar las mejilloneras y mirar de asegurarlas. Los Bomberos de Riveira tuvieron una salida a Palmeira para asegurar la cubierta de un patio de luces que soltó remaches y una uralita en la Rúa Nove de Agosto.