Con la llegada de la pandemia a Vicky Longa le pasó lo que a muchos. Primero, que le entró “morriña” de su Vilagarcía natal. Segundo, que tuvo un momento de inflexión. “En los conciertos había muchas restricciones”, explica. Durante el confinamiento “pude trabajar gracias a tener mi home studio en casa”. Y sobre esta premisa surgió un proyecto que ya busca local en Vilagarcíaa.

¿En que consiste el proyecto del Laboratorio Musical?

Enseñamos música, pero no como en la escuela tradicional. Enseñamos a los alumnos a hacer su propia música, no a ser intérpretes y también les enseñamos a grabarla. Partiendo de la base de que todos somos creativos. Con una mínima inversión, todos pueden grabar desde casa. Las herramientas digitales dan grandes facilidades para alcanzar un sonido increíble. Antes, grabar una sola canción en un estudio profesional era prácticamente inaccesible, podía costar hasta 1.500 euros.  Billie Eilish grabó desde su dormitorio y consiguió siete grammys.

¿Es una escuela para todos o más bien orientada a profesionales?

Tuve alumnos de todo tipo, desde niñas a partir de seis años o ya profesionales. Es una asignatura para todo el mundo que quiera aprender sobre música y cómo lanzar sus temas propios en plataformas como Spotify.

¿En qué le ayudó para este proyecto la mentorización del programa municipal?

Te enseñan a ordenar un poco las ideas que tienes y cómo gestionarlas. Te guían sobre como iniciar un negocio sin hacer mucha inversión y cómo presentarlo a las diferentes entidades. Ahora estoy ya buscando un local en Vilagarcía. Por eso creo que hicieron un excelente trabajo.

Y ahora que acabó la pandemia, ¿cómo va el tema de los conciertos?

El confinamiento fue una sangría para los directos y yo me retiré de los escenarios. Prefiero la parte de producir y ayudar a músicos emergentes.