Vilagarcía bendice a sus mascotas y mantiene viva la tradición de San Antón

Muchos perros, un gato y un conejo. Una veintena de vilagarcianos acudieron ayer por la mañana al local parroquial para bendecir a sus mascotas. Una tradición que lleva años celebrándose en la capital arousana y que se paralizó por la pandemia del coronavirus. La lluvia que empezó a caer justo a las doce y media del mediodía (la hora programada para la bendición) hizo que esta cita no pudiese celebrarse en el atrio del templo. Aún así el párroco de la iglesia no quiso dejar a los feligreses con sus mascotas sin bendecir y decidió hacer el acto en el local que hay justo al lado. Entre los asistentes estaban varios miembros de la Asociación Protectora de Animales de Vilagarcía, aunque la mayoría eran ciudadanos que acudieron al lugar con sus perros (que eran la gran mayoría), un gato y un conejo. Primero el párroco procedió a la lectura de las escrituras bíblicas y al finalizar fue uno por uno bendiciendo a los animales presentes. Todos se portaron bien, pese a que algunos más cachorros se mostraban impacientes durante las lecturas.

Vilagarcía no es el único sitio de la comarca en el que se mantiene viva la tradición de la bendición a las mascotas con motivo de la conmemoración de San Antón Abad. También en Cambados la habrá, pero en este caso el domingo por la mañana en Santa Mariña.