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jueves | 25 abril | 2024
El narcopatrón vilaxoanés detenido en Polonia cuando pretendía cruzar a Ucrania, para comprar un yate, se encuentra en libertad. Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con las policías sueca y francesa, así como la Ofast francesa, coordinados por Europol, lo arrestaron el pasado mes de agosto.
A Vázquez Brea se le situaba al mismo nivel que otro vilagarciano, Carlos Silla, que actualmente cumple condena en Portugal por un delito similar: Fue cazado con más de cinco toneladas de cocaína en otro yate, a la altura de Lisboa. Hacía idéntica travesía que la realizada por Pablo Vázquez solo unos meses antes, con 3.228 kilos de la misma droga.
La Europol destacó sobre el vilaxoanés que su intención era “hacerse con un velero y utilizarlo en una nueva operación de tráfico de drogas”. Su relación sentimental con una mujer de nacionalidad ucraniana lo mantenía en contacto con dicho país, en plena guerra con Rusia. Una vez identificado, los agentes comprobaron que tenía una requisitoria por un transporte de cocaína intervenida en Huelva.
Vázquez Brea no tenía antecedentes policiales y estaba huído de la justicia desde que se detectó su presencia en un garaje de Huelva donde se almacenaba la droga. Durante un año y medio fue uno de los grandes objetivos de los agentes antidroga.
Tras su detención, y pese a ser considerado como uno de los principales narcopatrones de velero de España, Vázquez Brea ya se encuentra en libertad, aunque con medidas cautelares. Pasó a disposición de la Audiencia Nacional el 28 de septiembre, que le impuso la obligación de comparecer ante el juzgado cada quince días y le retiró el pasaporte. Se le atribuye un delito contra la salud pública haciendo uso de embarcación en el marco de una organización delictiva. Al considerar que tenía arraigo, el alto tribunal decidió ponerlo en libertad.
Fuerzas antidroga consideran que entre Carlos Silla y Pablo Vázquez introdujeron en el país más de veinte toneladas de cocaína en solo dos años, en los veleros que patroneaban. Además, fuentes del Ministerio de Interior atribuyen al vilaxoanés ser miembro de una organización criminal dirigida por un colombiano. Los investigadores consideran que los servicios de Pablo Vázquez eran muy cotizados por las distintas mafias europeas a pesar de que, presuntamente, cobraba una tarifa superior al medio millón de euros, sin gastos incluidos. Entre sus clientes figuraría Jonas Sture Falk, conocido como el “Pablo Escobar sueco”. El pasado 15 de enero, los equipos de Salvamento Marítimo de Polonia tuvieron que acudir al rescate de tres submarinistas españoles, que estaban en una embarcación con problemas en la costa de Gdansk. Era de madrugada y las circunstancias eran de lo más extrañas. Alegaron que estaban recogiendo ámbar, una resina fosilizada de gran valor, una versión difícil de mantener. Solo uno llevaba pasaporte español, mientras que los otros dos se identificaron. Sus rescatadores dieron cuenta de lo ocurrido, la policía los interrogó pero los dejó regresar a su alojamiento Dos de ellos ya abandonaron el país. Aunque inicialmente se pensaba que podrían estar realizando labores de vigilancia, ya que la zona está próxima a la principal base naval de la Armada, en las últimas horas diversos medios de comunicación se inclinan por la hipótesis de que pertenezcan a una organización internacional de narcotráfico. Según esta teoría, se encontrarían en pleno operativo, aunque la embarcación que estuvo a punto de hundirse no es la más idónea para alijos de droga. La detención de Vázquez Brea no se produjo muy lejos de este lugar.
