Hay historia viva, presente y futuro en el Vilaxoán Canta, una cita multitudinaria con la que la villa marinera cierra sus fiestas de O Carme. Con los sonidos que, de toda la vida, se cantaron en las tabernas marineras, esos que unieron y siguen uniendo las voces de sus pueblos. Cantores de todas las edades, como Román Araújo Lima, que recibió, precisamente, el primer premio honorífico que entrega el evento que dirige y coordina el acordeonista Álvaro Cardalda.
“Leva desde os inicios no Vilaxoán Canta”, señalaba Cardalda sobre el Cantor Maior, que recibió entre aplausos tan honrada distinción. Fue en una jornada en la que la Praza Rafael Pazos lucía abarrotada. Ayudó el tiempo, sin lluvia y sin elevado calor, que permitió que todo Vilaxoán decidiese empaparse, pero de voz.
Las voces llevaban tiempo ensayando un guión muy preparado y diseñado para que cada año sea especial. Además, el público pudo seguir con atención las letras a través de los folletos que se repartieron y que ayudan a hacer la magia de todas las voces al unísono.
Comenzó la tarde con ‘Como la nave sin rumbo’, para a continuación entonar el multitudinario coro ‘La caña dulce’ y seguir con la primera referencia al escenario que da sentido a la cita. ‘Villajuan del alma’ fue la tercera canción que coreó la plaza, todos a una, y a la cuarta llegó la primera sorpresa de la jornada. Y es que durante la interpretación de ‘Verdegaio’, Cardalda subió al escenario a unas invitadas muy especiales, las pandereteiras de ‘As do xeito’, en el marco de la conmemoración que las Letras Galegas hizo este año sobre la transmisión de la cultura oral a través de cantareiras y pandereteiras. Un guiño a la propia esencia de ‘Vilaxoán canta’, que tenía todavía muchas ocasiones para emocionarse.
‘Eu son nacido no pobo’ y ‘Polo mar abaixo’ fueron las siguientes melodías que sonaron en Rafael Pazos, antes de otro momento especial. Con la séptima se subió al escenario un músico muy querido en Vilaxoán, que lleva más de cuatro décadas participando en la Coral Máximo Patiño. Se trata de Alfonso Galbán, que con su acordeón interpretó una pieza muy especial para la localidad, ‘Rula’, durante la cual se hizo la magia y se pudo escuchar la voz de Manuel Lasa, ya fallecido y compañero de Galbán en Los Duendes.
Tras esta llegaron la popular ‘Ai lus divina’ y después un momento muy esperada, la subida al escenario del futuro del Vilaxoán Canta. Los pequeños, que ensayaron con mucho entusiasmo, interpretaron una hermosa versión de ‘Miñas cousas’, de Treixadura que, explica Cardalda, “foi todo un éxito nos ensaios xa que lles gustou moito”. El coro infantil fue también el encargado de poner el broche de oro, el que nunca defrauda y el que siempre entusiasma. Porque “sómosche de Vilaxoán, da terra das Revenidas”.