Emocionado adiós a Luis Caruncho

Con una sencilla, pero emotiva ceremonia, un grupo de familiares y amigos despedíamos el 11 de octubre, a Luis Caruncho (1929- 2016), uno de los más ilustres hijos de A Coruña, frente al castillo de San Antón. Ya su cuerpo material, purificado por el fuego, era espíritu que iba a las aguas del puerto transformado en ceniza, fundiéndose para siempre y simbólicamente el elemento tierra con el agua, en un abrazo cósmico. La claridad y equilibrio de las formas que siempre buscó en su obra encontraba un amoroso y materno cobijo, en la difusa y atlántica luz de un dulce día casi otoñal.
Silenciosamente sobrecogidos, podíamos sentir la curva de su pasar, la trayectoria de su fecunda y activa vida, desde que le conocimos en la década del 70, cuando su presencia de promotor cultural era ineludible. Sentíamos que con él se va parte de la fascinante historia del arte y de la cultura de la segunda mitad del siglo XX, que nos regaló una exuberancia creativa, un florecimiento de personas irrepetibles, en toda España y concretamente aquí en A Coruña, donde Caruncho tuvo un destacado papel, no solo como artista, sino sirviendo de anfitrión o de puente entre ACoruña y Madrid, a través de las galerías Giannini y Kandinsky, fundadas por él.
Podemos afirmar, pues fuimos testigos, que gracias a las exposiciones organizadas en Giannini, A Coruña pudo conocer lo mejor, lo más importante del arte español contemporáneo, desde el grupo Tolmo del Toledo hasta el también coruñés José María de Labra; algún día habrá que hacer la historia de esa sala de arte para saber qué deuda tenemos con él. Otro de sus proyectos que enriquecieron nuestro panorama artístico fue el museo de Arte Contemporáneo de Fenosa y la bienal de arte que va por su decimocuarta edición.
Amigo de poetas y amante de la poesía, una pléyade de grandes escritores, como José Hierro, Manuel Alcántara, García Nieto, Xavier Seoane, Victoriano Crémer, Teresa Soubriet, Carlos Murciano o Rafael de Penagos, entre otros, han cantado su obra, lo cual fue recogido en el libro “Geometría poética”, (1994, Colección Xanela); en él figuramos, con Recreación, un poema con el que hoy de nuevo, le rendimos homenaje: “Es metáfora el ser que fuga formas/ fuga ebúrneos pájaros/ palomas de inasible plumaje./ Es todo azul clarísimo / y es nube/ sobre un flotante mar que finge espejos / Es un marfil limpísimo que luego/ va invadiendo la sangre/ alguna mano/ vuela leve sus huellas/ vibran pasos/ que aun no han pasado/ vértigos/ que esperan en la espiral del tiempo./ Es todo ritmo/ y su agonía canta/ los desbordados límites del astro/ que jamás se detiene gira y sigue/ inventando su amor su sueño ardiendo, / en el ámbito puro de la luz/ (...) / Y es todo espacio abierto/ punto ignoto/ dimensionando el ojo hacia horizontes/ donde esferas se abrazan y prosiguen.

Emocionado adiós a Luis Caruncho

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