El agua en la conciencia

nticiclón tras ancicliclón. Así estamos pasando una buena parte de los días de otoño y que se repiten a los ya vividos en verano y la primavera anterior. La consecuencia todavía no se deja notar de forma palpable en la mayoría de los hogares porque otros, los que se abastecen de manantiales y pozos propios comienzan a padecer los rigores de esta pertinaz sequía.
Los cauces de los ríos merman cada semana y la capacidad de los embalses se reduce de forma impúdica. Si seguimos sin lluvia mucho tiempo más nos veremos en una situación inédita. Augas de Galicia comienza a reaccionar aunque de forma tímida, para evaluar el nivel de agua que tienen los ayuntamientos en este momento y cuanto tiempo podrían resistir, mientras hace llamamientos al consumo responsable para evitar el despilfarro en una tierra en la que si algo sobraba por los siglos de los siglos era agua y humedad.
Cuando suceden cosas como esta me viene Trump a la cabeza. El presidente de Estados Unidos desatiende los problemas del cambio climático y así nos va, ya nos afecta de forma directa en nuestras casas. Confío en que la cordura impere y se tomen medidas a nivel global para que estos episodios de sequías prolongadas salpicadas de lluvias torrenciales que anegan ciudades enteras vayan dejando paso a los veranos y los inviernos de los que tanto nos hablaron nuestros abuelos.
Entretanto, me gustaría aplaudir la iniciativa del Concello de Vilagarcía a la hora de dar ejemplo en el ahorro de agua. En Ravella tuvieron la visión y el acierto de tomar medidas hace meses cuando se comenzó a hablar de que podía haber un problema y antes de tenerlo delante de la nariz apagaron las fuentes ornamentales y redujeron riegos y baldeos al mínimo imprescindible. No es que estas medidas sean la solución a la falta de agua, pero se lanza un mensaje y lo da quien debe dar ejemplo y ser el primero en hacerlo. Ahora nos toca al resto hacer lo propio en nuestra vida cotidiana.
Puede parecer que servirá para poco o nada, pero nos retrataría como sociedad respetuosa con el medio ambiente. Y en Vilagarcía hay sensibilidad por el entorno habida cuenta de las medidas adoptadas a lo largo de los últimos tiempos y que deben incrementarse de forma paulatina con la implicación directa de la población en elementos como el compostaje, por ejemplo, un modo de gestionar los residuos que se impone en la Unión Europea y que los arousanos debemos implementar lo antes posible.
En fin, respecto a la sequía no les pido que se duchen en agua fría para acabar antes como proponía el exministro Arias Cañete, o que se bañen en pareja para ahorrar, lo cual es recomendable según multitud de estudios y expertos, pero al menos cierren el grifo mientras se enjabonan para desperdiciar un poco menos de ese líquido que nos da la vida.

El agua en la conciencia

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