Policías de prestado

La oleada de robos que estos días salpica a Vilagarcía está generando, como es natural, preocupación vecinal porque como todo el mundo sabe los efectivos policiales son insuficientes para cubrir las necesidades que requiere el dinamismo y la población de la octava ciudad de Galicia. El alcalde anunció hace un par de días que trataría de reforzar la presencia de agentes en la calle para disuadir a los delincuentes, pero a la hora de la verdad y al hacer las cuentas se percató de que no le daban los números al observar la realidad de la Comisaría de la Policía Nacional y de la Jefatura de la Policía Local, cuyos integrantes son insuficientes a todas luces para desarrollar esa tarea de vigilancia preventiva que tanta falta hace.
Entretanto, los robos continúan y antes de que la presión social recaiga sobre los máximos mandatarios de la ciudad, el alcalde se adelantó y gestionó con la Subdelegación del Gobierno un incremento de la presencia policial en Vilagarcía. Asegura Varela que cuenta con el compromiso de Maica Larriba de que habrá más medios en la capital arousana, lo cual es un logro de por sí.
Así, alguno podría pensar que por fin se cumplirían las demandas de los sindicatos del ramo, pero no, lo que se va a hacer es desplazar a Vilagarcía agentes de otras comisarías, como si en esas no tuvieran necesidades, mientras se apresuran las investigaciones para identificar y detener a los autores de estos robos.
La gestión de Alberto Varela ha sido rápida y eficaz, pero no implica la solución del problema, porque la sensación de inseguridad ciudadana puede repetirse en el futuro y una ciudad como Vilagarcía no puede depender de que se desvista un santo para vestir a otro, porque de lo que se trata es de prevenir.
El propio regidor es consciente de que Vilagarcía tiene un déficit importante de policías. La precariedad llega al punto de que en algún momento se ha dado la circunstancia excepcional de que los agentes de guardia no pudieran patrullar las calles como deberían para no dejar la Comisaría sin atender. Hoy se acertó con la gestión y la Subdelegación, que también se ha mostrado comprensiva ante la necesidad, dejará policías a préstamo y con obligación de devolución cuando las aguas vuelvan a su cauce.
Este sofocón debe conllevar la unidad de acción de todos los grupos políticos para reclamar el número de policías que necesita Vilagarcía con todo el peso institucional de esta ciudad. Y después, por supuesto, aplicarse el cuento en la medida en que los presupuestos lo vayan permitiendo para que la Policía Local también disponga del personal que realmente precisa.
Hay cuestiones estratégicas que están por encima de los partidos y es cuando los representantes de los vecinos elegidos democráticamente tienen que hacer política de verdad y ponerse de acuerdo en lo importante sin que el interés electoral interfiera y contamine cualquier iniciativa positiva por el simple hecho de que la propuesta ha sido de otro.
Eso sería tener altura de miras y defender el interés general, que es lo más noble que puede hacer un munícipe y no aprovechar una circunstancia adversa y puntual como este repunte de los robos para culpar de todos los males al otro.
El alcalde afirma que Vilagarcía es una ciudad segura y yo estoy de acuerdo con él, pero lo sería todavía más si los vecinos se tropezasen con policías de servicio por la calle cada dos por tres.

Policías de prestado

Te puede interesar