La gente reclama sus derechos

Las instituciones son un instrumento abstracto cuyos responsables son las personas  que las manejan. El abuso de poder de los gobiernos, mala gestión y no darse por enterados de la corrupción, causó pobreza en la población, malestar, protestas y desórdenes. El espacio ideológico  que el PSOE abandonó en estos últimos años fue ocupado por otros partidos de reciente creación, porque sus últimos dirigentes aplicaron políticas económicas de corte conservador, sin darse cuenta de que lo progresista es gestionar bien, prever reservas económicas de cara a las inevitables crisis que siempre se dan, para cubrir las necesidades mínimas de los más necesitados. Zapatero y Rajoy, al alimón, reformaron el Art. 135 de la intocable Constitución, para hacer recortes sociales, privatizar lo público para rescatar los bancos. Estos inicuos gobernantes ahora, ante un gran fracaso electoral del PP y PSOE, tenían el 80%, y pasan a menos del 50% del electorado, y todavía dudan, e impiden las reformas de la Constitución, más necesaria ahora que rescatar a los bancos. Pasaron 40 años y hay generaciones que quieren participar. Los países de nuestro entorno en ese tiempo hicieron varias  reformas constitucionales. La crisis enseñó a odiar la corrupción, siendo caldo de cultivo para la inestabilidad social. Hasta hace poco se votaba reiteradamente a corruptos, pero los 6 millones de parados, más el 55 %  de jóvenes sin perspectivas de futuro, se rebelan y reclaman sus derechos. Los gobernantes tienen que trabajar duro, con honestidad, para que ningún español quede sin protección del Estado. Y no nos vendan la burra, que con el cambio de Rey se abre una nueva etapa. ¿No dice la Constitución que él reina, pero no gobierna? Así que a  gobernar para todos.