Trump agita los bajos instintos

Hay que ver como en democracia se puede asaltar las instituciones por los ultras, pero su ideología no permite otras, por el contrario ellos pueden destruir las libertades de todos quedándosela toda hasta que la vuelvan armar entre sí como hicieron con la Primera y la Segunda Guerra Mundial. No saben vivir en democracia ni en paz.

Hemos comprobado como quien tenga más dinero para hacer propaganda e inmoralidad, aunque sea un inútil gana. Eso fue que hizo Trump llenando de basura con sus millones de dólares a los setenta y cinco millones de americanos con sus peligrosas excentricidades antes y después de ser presidente. Igual que Hitler, salió elegido en democracia pero ahora no quiere reconocer el resultado del demócrata Biden llamando a sus súbditos a profanar y asaltar el Capitolio, templo de la democracia, diciendo que le robaron las elecciones a pesar de haber puesto un montón de denuncias en los tribunales siendo desestimaron todas. Lo mismo ocurrió en el Supremo con mayoría de los conservadores nombrando a otra magistrada conservadora en plena campaña rompiendo la tradición. En EEUU el Presidente nombra a los miembros de Supremo, pero son inamovibles, no como en España que si quieren repetir no pueden desairar a quien lo nombró.

Trump consiguió arrastrar a la violencia a cabreados, defensores de llevar armas, narcos, parados,  especuladores y una caterva de gentes que  desprecian las normas democráticas y mala educación, contra la emigración culpándole de todos los males cuando Trump es nieto de emigrante. Esto demuestra las burradas que se pueden hacer en democracia que requiere cuidados que no bajen la guardia y sepan que con estos violentos no permiten la crítica si llegan al poder no lo sueltan. En democracia si los gobiernos no funcionan se cambian, como a pesar de Trump hay cambio.  Queda uno pasmado como semejante personaje puede llegar a ser presidente de EEUU, el Imperio con tanta influencia en el mundo. Desde que este señor salió presidente los ultras del mundo quisieron imitarle pero ahora al perder el icono esperemos que el civismo se imponga y voten con sentido democrático, y los gobiernos pongan de su parte para evitar el ascenso de ultras de la derecha e izquierda.   

Trump hizo como Goebbels, ministro de Hitler, que dijo que una mentira repetida muchas veces, la opinión pública la tomaba como verdadera.

Lo malo es que hay demasiada gente  para encandilar con cantos de sirena y flautistas de Hamelin llevando como ratones al río. Hay que estar prevenidos para aislar a estas ideas violentas de tan malos resultados en el pasado.

 

Trump agita los bajos instintos

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