La vuelta de Conservas Cuca a Vilaxoán: La lucha de sus trabajadoras continúa

La vuelta de Conservas Cuca a Vilaxoán: La lucha de sus trabajadoras continúa
maría josé rey, josefa mariño, josefa santaya, silveria navazas y mercedes rebolo (de izquierda a derecha) en la fachada de cuca en vilaxoán

Con una puntualidad británica las trabajadoras llegan al lugar de la cita, la fachada de la planta de Cuca en Vilaxoán, donde tantos días y tantas noches hicieron guardia para evitar lo inevitable, el traslado de la maquinaria y de la plantilla a O Grove. La nave está cerrada a cal y canto ni una luz en su interior ni, por supuesto, una máquina, pero no pueden evitar mirarla.
Ha pasado medio año desde que la plantilla iniciara su lucha pero bastan solo unos minutos para darse cuenta de lo que supone Cuca para sus trabajadoras. Solo así se explican los llantos por el cierre de la fábrica vilaxoanesa, pero también la fuerza y el empuje que les han acompañado a lo largo de estos meses difíciles en los que hubo muchos momentos para el recuerdo, pero muchos otros para el olvido.
María José Rey, Josefa Santaya, Josefa Mariño, Mercedes Rebolo y Silveria Navazas son los rostros de esta lucha obrera, las componentes de un comité de empresa que en las últimas semanas ha recibido el reconocimiento de todo un pueblo: Vilaxoán. “Sempre nos sentimos arroupadas polos veciños e pola xente vilaxoanesa. As mostras de apoio e solidariedade foron claves nesta loita. Sen este pobo nada sería o que foi”, advierte María José Mariño. Una opinión que suscriben sus compañeras que solo tienen palabras de agradecimiento. “A cadena humana foi impresionante. Despois de varios meses a xente volveu a responder”, añade María José Rey. “Amosouse que o pobo unido xamáis será vencido”, dice Josefa Santaya. “Cando recollimos firmas había xente que viña a nós e nos axudaba sen nós pedirllo”, apunta Mercedes Rebolo.
No es de extrañar que entre los momentos que estas trabajadoras guardarán para el recuerdo tenga a los vecinos de Vilaxoán como protagonistas. “A primeira concentración que fixemos na hora do bocadillo cando aínda estabamos traballando e apareceron de forma espontánea centos de veciños para apoiarnos. Iso non o poderemos esquecer na vida”, apunta Silveria Navazas.
Y es que la vinculación de Vilaxoán con Cuca va ligada a varias generaciones que de alguna manera han formado parte de esta particular familia. “A miña nai traballou en Cuca e ten agora 95 anos. Tiña que levantar a man para saudar aos propietarios”, apunta Mariño. “Recuerdo a una viejecita que estando de guardia en la caseta vino a darnos ánimos porque ella también había trabajado en Cuca hace muchos años”, dice Rebolo. Todas las trabajadoras que ahora forman parte del comité de empresa comenzaron en Cuca a través de algún familiar y cuentan más de cuarenta años de trabajo para la conservera. “A nosa loita non é só polo plantel actual senón polo futuro laboral da cidade. Onde van a traballar os noso fillos? e iso soubo velo a xente”, se preguntan.
Han sido meses muy difíciles, pero en los que nunca se plantearon tirar la toalla. “Rendernos? Iso nunca. Sabiamos que era unha inxustiza e que a empresa se estaba rindo de nós”, asegura Mariño. Reconocen que sí hubo momentos de bajones emocionales. “Cando nos viñamos abaixo pensábamos nas mostras de apoio e na actitude da empresa e xa estaba. Mantivémonos sempre unidas, pese aos intentos da empresa”, dice Santaya. “Sabiamos que non tiñamos nada que perder e todo por gañar e iso dábanos aínda máis forza”, añade Navazas.
Uno de los momentos más complicados y en eso coinciden las cinco miembros del comité de empresa de Cuca fue el 5 de diciembre de 2012, día en el que la empresa les anunció el ERE temporal por traslado.“Foi un mazazo porque vimos claramente as intencións de Garavilla: Que nos querían botar á rúa por catro patacos”, dijo.
Para Josefa Santaya el calvario ya había comenzado meses antes, justo con el anuncio de la compra del grupo vasco al no garantizar la continuidad de la plantilla. “Non esquecerei o día no que nolo comunicaron. Non me caín alí porque outra compañeira de Cabo de Cruz mareouse antes, pero pasoume factura”, advierte. “Si ela levouno fatal, pero eu pensei bueno cóllenos unha empresa importante. Dinlle crédito, ao principio, tamén outras empresas se venderan antes e funcionaban”, apunta Rey.
Con cierta distancia las trabajadoras hacen balance de lo vivido. Ya han ganado varias batallas y casi tocan con los dedos su objetivo: La vuelta a la planta de Cuca en Vilaxoán. “O noso lema agora é que a loita continúa. Pensamos que xa pasamos o peor, pero aínda queda por facer. Non nos rendemos”, apuntan.

La vuelta de Conservas Cuca a Vilaxoán: La lucha de sus trabajadoras continúa

Te puede interesar