El comité de empresa de Larsa teme una reducción de plantilla una vez que la dirección le ha anunciado la especialización de la planta en queso de barra y la retirada de la importante línea de gallegos, con la consiguiente caída de carga de trabajo. Además, dice que se ha rebajado a la mitad la inversión inicial de 6,5 millones anunciada hace años para ampliarla y sin más explicaciones, creando una situación de “incertidume”, alimentada por el “oscurantismo” de la dirección sobre sus planes de futuro, que le hace temer lo peor.
“Tememos polos postos de traballo”, manifestó ayer su presidente, Carlos Rodríguez, en una comparecencia pública junto a otros miembros del comité y tras una reunión con el alcalde, Alberto Varela, que les ha garantizado su apoyo. Explicó también que no disponen de toda la información porque “non nos dan documentación de ningún tipo”, a pesar de que le pidieron un plan de viabilidad para conocer el destino de la nueva inversión, entre otros informes, lo que “nos crea unha incertidume” porque “non podemos saber a onde nos levan”.
Con todo, defienden que sus sospechas son fundadas pues aunque Larsa les ha indicado que la externalización de la línea de quesos gallegos (tetilla y bola), en la que trabajan unas 20 personas de las 71 fijas actuales, supondría una o dos bajas “nós contemplamos que sobraría máis xente e caería a plantilla pola perda de carga de traballo”. Otro empleado apuntó que ya tiene un “partner”, en Asturias, Lácteos Martínez, a donde llevan el queso para lonchear y luego vuelve a la ciudad; y que argumentan que “en Vilagarcía no es rentable” producir de nuevos productos (rallado, en cuñas, etc.) y “es un recochineo”.
El comité aseguró también que inicialmente la dirección anunció una inversión de 6,5 millones que luego se han quedado en 3,2, de los cuales ya se gastó una parte en una primera fase para una depuradora de aguas y en actualizar la línea de yogures y con éxito, porque “a partir de aí disparáronse as vendas”.
El siguiente gasto será en mantenimiento y especializar la planta en queso de barra, lo que supone un nuevo problema. Según Rodríguez, le plantean parar la fábrica cuatro meses, entre octubre y enero de 2017, y con pocas opciones: un ERE, irse a casa o vacaciones y una bolsa de horas, pero “esta semana romperon as negociacións e nos din que retiran a inversión en Vilagarcía”.
Todos estos movimientos de la empresa les hacen temer lo peor, además de que en 35 años la reducción de plantilla ha sido un goteo continuo (200 empleados) y a pesar de que “nos din que a planta é rendable, non entendemos a situación”.
Para despejar su futuro, se dirigirán a la dirección general, pero también a otras administraciones como la Consellería de Industria, sin olvidar que existe un acuerdo de recalificación de terrenos firmado con Ravella en 2013 para la ampliación. “O concello, a plantilla e o pobo non pode renunciar a esa inversión de 6 millóns despois da recalificación que se fixo”, señaló un responsable de CCOO.
Además ven todo esto como un “parche” que conllevará a que la planta de Vilagarcía “perda prestixio”, ese que les llevó a recibir un premio de la Xunta por ser el mayor productor de tetilla en 1999 (500.000 unidades)
El comité de empresa está formado por tres delegados de Comisiones, otros tantos de UGT y uno de la CIG. Y además de los empleados fijos, tiene en torno a un centenar de eventuales.