La empresa conservera Frinsa invitó a sus trabajadores a la tradicional cena de Navidad, que tuvo lugar en la noche del viernes al sábado bajo una carpa, con 12,5 metros de altura de cúpula, que se instaló en Coroso. Tras los aperitivos, el presidente de la compañía, Ramiro Carregal, se dirigió a los 900 empleados asistentes para indicarles que la empresa está pasando por un momento ascendente, en volumen de negocio y de expansión, algo que atribuyó a la labor y fuerza de los empleados. Destacó su presencia en Portugal, Inglaterra, Alemania, Italia, Francia, Singapur y España, con fábricas que llevan el nombre de Frinsa, y que siguen abriendo tiendas gourmet La Conservera Delistore para venta directa al público en las principales capitales de España, como Valencia, Murcia, Bilbao y Alicante.
Carregal recordó que tras abrir en 2013 la primera en la Calle Claudio Coello, se sumó otra, La Conservera Delistore & Tapas, en la que se puede saborear toda la gama premium de Frinsa directamente de la lata o en deliciosas elaboraciones. No se quiso olvidar de las 64 entidades a las que realiza donaciones cada año y a las 52 distinciones que atesora, al igual que a sus 89 años tiene cotizados 87años a la Seguridad Social.