La heroica y eficaz intervención de Iñaki Blanco y Francisco Rodríguez, los dos únicos miembros en activo del Grupo Municipal de Intervención Rápida (Grumir) de Riveira, que lograron disuadir del suicidio a una joven de Carballo que el pasado domingo se desplazó a la capital barbanzana para arrojarse al mar con la finalidad de acabar con su vida, e incluso que ingirió veneno para ratones, no pasó desapercibida y está siendo reconocida desde diferentes ámbitos. Mientras tanto ellos cuentan su hazaña y aún se emocionan al relatar algunos de los pasajes de las dos horas en que se mantuvieron en contacto telefónico con ella.

Tanto Iñaki como Francisco afirman que fue una experiencia que no se les borrará fácilmente de la memoria, y que reviven cada vez que la relatan. La pretensión de ambos es encontrarse con esa mujer de 34 años, de nombre María, casada y con una hija de cuatro años, “y tomar el refresco que tenemos pendiente”, dijo Iñaki. De hecho, tienen previsto llamarla en breve para poder visitarla entre esta semana y la próxima. Así, le pondrán rostro a la persona a la que ayudaron y salvaron la vida sin conocerla, pero a cuyos sentimientos más profundos lograron llegar con sus mensajes de ánimo, especialmente el primero de ellos, consiguiendo que se desahogase y arrancándole su sonrisa.

Antes de contar su experiencia, les llegan multitud de felicitaciones de amigos y vecinos tanto personalmente, por teléfono como a través de las redes sociales. Todos les trasmiten que se sienten orgullosos de ellos por lo que hicieron. Se suman a las recibidas por parte de los efectivos que también participaron en la búsqueda, sobre todo de la Policía Local, y de los agentes de la Guardia Civil que la localizaron en Portomouro gracias a las indicaciones de esos dos verdaderos profesionales, que tuvieron un fin de semana de gran dedicación, incluyendo su participación en el rescate del cadáver de un pescador entre Couso y O Vilar.