La Consellería de Cultura ha mantenido varias reuniones de trabajo con los propietarios del Pazo de Fefiñáns para cerrar los detalles de su apertura al público. Su declaración como Ben de Interese Cultural (BIC), en la categoría de monumento, el año pasado obliga a  hacerlo un mínimo de cuatro días al mes de manera gratuita y las partes llevan negociando desde hace tiempo la forma.
El objetivo de la Xunta es aplicar esos mínimos establecidos en la legislación de Patrimonio y la familia Figueroa parece estar por labor. Así lo indicaba en septiembre del pasado año uno de sus miembros.
Ahora se deberán determinar los días elegidos y los horarios prefijados. Al parecer, se baraja los lunes como el día más propicio para los recorridos gratuitos, no obstante, aún se están concretando este y otros detalles como el trayecto que se realizará.
Actualmente el señorial inmueble ya se puede visitar a precios populares y en tres itinerarios. El coste oscila entre los tres y los seis euros y se puede elegir entre el recorrido de todo el interior y el exterior del palacio; o únicamente a la visita de los salones principales y el exterior, la más barata. Además, se pueden combinar con una cata de albariño comentada por un enólogo y una visita a la Bodega Gil Armada.
El Pazo fue declarado BIC el verano pasado, junto a la iglesia de San Benito, y los dueños llevan años realizando un importante esfuerzo para conservarlo. De hecho, en la última década han tenido que atajar problemas estructurales que ponían en peligro su integridad y aunque ya tenían que contar con el visto bueno de Patrimonio de la Xunta, ahora gozará de la máxima protección.
Una parte del inmueble fue sometida a una reforma en el 2000; en 2004 hubo que reparar unos 40 metros del muro que lo rodea, ante el inminente peligro de derrumbe; y en 2007 se realizó una obra de gran envergadura, reparando la estructura de la cubierta que amenazaba con caerse a causa de humedades y el paso del tiempo.