Tres años. Ese es el tiempo que el Círculo Cultural y Deportivo de Sanxenxo lleva esperando para que su expresidente, Eusebio Novas, dé explicaciones delante de un juez sobre la desaparición de cerca de 200.000 euros de las arcas de la entidad.
Aquel presunto fraude fue denuncia, por varias vías, pero Novas estaba desaparecido y pesaba sobre él una orden de busca y captura. A finales del pasado mes de octubre fue detenido y por ello, el Juzgado de Cambados ha podido fijar una primera testificación para el próximo día 22.
Será trasladado a la sede judicial cambadesa desde la prisión de Teixeiro, donde permanece desde que la Guardia Civil, hace ya un par de semanas, le detuvo junto a otras dos personas, como supuestos autores de un delito de apropiación indebida y otro de estafa de gasoil por valor de 15.000 euros.
Al parecer, Eusebio Novas, junto a otras dos personas —una de Sanxenxo y otra de Marín— crearon una empresa de construcción por medio de la cual alquilaron cuatro generadores de corriente para la realización de unas obras en Meaño, que nunca se hicieron. El material, valorado en 27.400 euros, no fue devuelto. La empresa también realizó compras de gasoil por valor de 15.000 euros, para cuyo pago facilitaba cuentas bancarias inexistentes o sin fondos.
Por delitos similares le denunciaron otras empresas. Y es que la círculo no es, ni mucho menos, la única denuncia por estafa a la que se enfrenta Eusebio Novas.
Solo en Sanxenxo son varias las firmas —alguna gerentada por exsocios de Novas— que acudieron a la Guardia Civil en busca de amparo. Pero también las hay de los puntos más dispares de la geografía española. El modus operandi es siempre similar: falsificación de certificaciones, de sellos de empresas, de pagarés e incluso de firmas para hacerse con un dinero que no le corresponde a través de una red de empresas que carecen de actividad.