El presidente de Abanca, Javier Etcheverría:“Dar un sorbo de vino albariño es como besar a una bella mujer”

El presidente de Abanca, Javier Etcheverría, ofreció un discurso de agradecimiento en nombre de todos los distinguidos en el acto de investidura de los nuevos Cabaleiros y Dona do Albariño. Por ser el de mayor edad, pero “a veces ser viejo tiene sus recompensas”, explicó el banquero. Se autoproclamó “un cursi”, pero no quiso perder la oportunidad de indicar que, para él, “dar un sorbo de albariño es como besar a una bella mujer”, y precisamente a su esposa dedicó este “inmerecido honor” y “altísima responsabilidad”.
El símil de Etcheverría gustó al Gran Mestre, que introdujo una novedad en el acto, dedicando unas palabras a cada uno de los nuevos valedores del vino, quizás porque este año la cifra permitía detenerse en el detalle. Alberto Núñez Feijóo aseguró que habría que introducirla en todos los discursos y destacó del banquero que “posee unha sabiduría financeira que nace da integridade”.

"cen por cen rural"
Su compañera de gobierno, la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, fue la primera en recibir los elogios del presidente de la Xunta, “aínda que sabe máis de leite que de viño, pero crédeme que é cen por cen rural” y “unha traballadora entusiasta”, dijo de la exalcaldesa de Melide.
En cuanto al modisto internacional que desde su hogar, Lalín, viste a hombres de todo el mundo, Núñez Feijóo, encomendó a los presentes a pensar en “levar Galicia máis preto do corazón”, cuando alguien se ponga una de esas camisas “con logotipos americanos, que non sabemos moi ben a que obedecen”.
Para el gerente de Señorío de Rubiós, Antonio Méndez, solo tuvo palabras de agradecimiento. “Grazas por seguir traballando polo viño”, le dijo.

"mans de facer o mellor"
Y del viticultor Natalio Figueroa Castro, pidió a los presentes que se fijaran en sus manos porque “comprenderán que están feitas de facer un dos mellores viños”. No en vano fue uno de los pioneros en plantar la variedad albariña y fundador de la primera cooperativa que comercializó su vino, “Don Bardo”. Ayer fue uno de los más aplaudidos en el acto. Alguien incluso le gritó: “Ahí, Natalio”.
El acto se desarrolló como manda el protocolo, con el tradicional juramento: “Que Deus e o señor Santiago te fagan un bo Cabaleiro”. Además del uso de la hoja de parra de albariño y el obligatorio consumo de una copa llena, que todos cumplieron. Desde el año pasado también interviene uno de los nuevos valedores y este se eligió al presidente de Abanca.
En su discurso reinventó la leyenda albariñense, convirtiendo al Ulises de la Ilíada en un gallego emigrado en Creta, natural de su tierra, Betanzos, y de nombre real Luis, que llevó el albariño por el mundo ya en tiempos de los griegos.

otros distintivos
El Capítulo también entregó otros distintivos. Así, la Folla de Prata fue recogida por el edil José Ramón Abal, como bodeguero y químico; Amalia Enríquez Mariño, periodista; Antón Fonseca, de Adegas Terras Gauda (O Rosal); Cayetano Otero Padín, enólogo de Cambados; Manuel Galiñanes Fernández, extrabajador del Concello que organizó durante años eventos de la Festa do Albariño; y Javier Pérez Castro, técnico en viticultura y catador de O Salnés. En cuanto a los Albariñenses de Horna, fueron Eidosela y Viña Moraima Sociedade Cooperativa Galega; y los Xóvenes Albariñenses: Iván Gómez de Tollodouro; Susana Pérez de Pazo San Mauro; y Nuria de la Torre de Vitivinícola Arousana.

El presidente de Abanca, Javier Etcheverría:“Dar un sorbo de vino albariño es como besar a una bella mujer”

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