Un día después del levantamiento del esqueleto de “Cornelia”, el equipo de trabajo de las excavaciones de A Lanzada halló ayer el esqueleto de un bebé a apenas seis metros de distancia. La aparición de un nuevo cuerpo hace pensar en la existencia de un cementerio del siglo I después de Cristo en la actual zona de trabajo. “A lóxica apunta a que esteamos nun cemiterio”, apuntó ayer Rafael Cabaleiro, arqueólogo de la Diputación de Pontevedra. Un hallazgo que retrasará las excavaciones ya que no se descarta que existan más esqueletos.
La doctora y antropóloga física de la Universidad de Santiago, Olalla López Costas, señaló ayer que se trata de la primera vez que aparecen huesos de un bebé en la Lanzada. En este caso, de un neonato muy deteriorado que se encontraba encogido en una zona de área ubicado a cinco o seis metros al lado de “Cornelia”. “No cabe duda de que es un bebé. Ha aparecido un húmero, huesos del cráneo e incluso vértebras todavía sin cerrar”, advirtió.
La doctora López aseguró que este hallazgo casual del esqueleto del bebé no tiene porqué implicar relación con el de la mujer joven encontrada pero sí es una novedad desde el punto de vista antropológico ya que se piensa que en aquella época no se enterraban los menores de un año. “Es probable que si lo enterraron lo hicieran en una bolsa, pero es interesante la posición en la que aparece”, apuntó.
Por su parte, el arqueólogo de la Deputación de Pontevedra, Rafael Rodríguez, considera que se trata de un esqueleto de igual época que Cornelia, es decir, y a falta de estudios que lo confirmen, del siglo I después de Cristo. El extracto del terreno es el mismo en los dos casos, al contrario que el esqueleto del perro que encontraron hace menos de un mes también en la excavación, pero en un nivel muy superior al que se han encontrado estos dos restos.
Los investigadores no descartan que aparezcan nuevos esqueletos en la zona.