Galicia ha sido la primera comunidad en recuperar la nueva normalidad. Una decisión que tomó la Xunta a la vista de las estadísticas sanitarias. Atrás quedan más de seiscientas víctimas mortales y momentos muy duros, cuando el sistema sanitario tuvo que asumir un número de pacientes graves inusitado.
Ningún político está preparado para gestionar una pandemia como la que estamos viviendo. Aun así, Galicia ha superado esta situación antes que el resto. ¿Cómo se consigue esto?
Primero, si es posible, anticipándose. Aunque sean tres días, diez días. Y es verdad que nosotros el 27 de febrero constituimos la comisión del Covid de la Xunta. El 1 de marzo compramos 150 respiradores.
¿Estaba preparado el sistema sanitario gallego para algo así?
Ahora tenemos 1.700 personas más trabajando en los servicios sanitarios y 1.100 en los servicios sociales, pero cuando comenzamos a contratar fue el 1 de marzo. Si en vez de hacerlo el 1 de marzo lo hubiéramos hecho a partir del 15 de marzo, cuando se decreta el estado de alarma, es evidente que habríamos tenido un colapso en las UCI del Sergas.
Pero al final, los medios fueron suficientes...
Si no hubiésemos equipado totalmente el hospital de Lugo, si no hubiésemos construido un nuevo hospital en Vigo se nos habría muerto la gente en las aceras de El Corte Inglés. No habría capacidad en urgencias para recibir la presión asistencial que recibimos. Si no hubiésemos mejorado en A Coruña el bloque de quirófanos, que podíamos convertirlos en UCI o no hubiéramos mejorado las urgencias, que aún así necesitamos hacer un nuevo hospital en A Coruña, o no hubiésemos hecho el edificio de hospitalización completo en Ourense, habríamos colapsado. Por tanto yo creo que hay dos razones, una, la inversión en sanidad que hemos hecho en los últimos diez años, con nuevos hospitales y con la mejora de los hospitales existentes y, después, tomar decisiones con quince días de antelación al Gobierno y al decreto de alarma.
Entonces, ¿se veía venir esta crisis sanitaria?
El riesgo estaba ahí, a una hora de vuelo desde Madrid y a unas millas de la costa de Baleares y Levante. Era Italia. Ya no hablemos de China. Estaba ahí y estaba dando fuerte. Nosotros lo que no podíamos era concretar, porque no tenemos un servicio de vigilancia epidemiológica, pero de que el riesgo estaba ahí ya nos dimos cuenta a finales de febrero.
¿Y cómo reaccionaron?
Lo más importante era duplicar las camas de UCI. Teníamos 160, que era lo que necesitábamos en condiciones normales, y montamos 150 más.
También organizaron hospitales de campaña...
Es evidente que A Coruña necesita un nuevo hospital. Lo hemos presentado hace meses. Llevamos trabajando hace años en el plan funcional y en el proyecto constructivo y lo presentamos antes de la pandemia, porque lo necesitamos. En A Coruña, al hospital de campaña le faltaron 48-72 horas para tener que activarlo.
¿Qué fue lo que sucedió?
El Sergas tenía tres escenarios, uno con porcentaje del 15%, otro del 20% y uno del 25-30%. Hasta el 20% de contagios habríamos aguantado, pero a partir de ahí no. Necesitábamos desplegar ese hospital y lo hicimos en un tiempo récord gracias a empresas como Inditex, Estrella Galicia o Abanca. Nos ayudaron a desplegar ese hospital de campaña en 48 horas, cosa que agradecemos mucho. Eso viene a justificar, reitero, que en mi opinión, la obra más importante que se va a hacer en A Coruña en los últimos 50 años es el nuevo hospital público.
La situación fue también muy grave en las residencias de ancianos.
Sabíamos que era la población más vulnerable. Lo que hicimos fue, primero, tomar la decisión de tutelar todas las residencias por parte del Sergas y algunas las intervinimos. Constituimos en esas residencias hospitales de crónicos. Pusimos en ellas a todos los positivos. Posteriormente activamos los tests PCR. Varias rondas en las residencias para detectar rápidamente los positivos y gracias a eso, de 25.000 personas que están en el sistema, en estos momentos, positivas hay cinco.
¿Fue eso suficiente?
No. Cualquier muerte es un fracaso. Pero es cierto que el porcentaje de personas que fallecieron en las residencias es de un 40%. El porcentaje de personas que fallecieron en España en las residencias es de entre el 60% y el 66% del total de fallecidos en toda la comunidad. Yo creo que ha habido un excelente trabajo del personal de estos centros, que se enfrentó a un problema sanitario sin que ellos fueran especialistas en Sanidad y hubo personas que se metieron con los mayores y no salieron de las residencias porque sabían que el virus lo llevaba alguien a las residencias. Todo este trabajo de la red asistencial, del compromiso de los servicios sociales, de la medicalización de algunas residencias y de los test masivos nos dio un resultado francamente razonable.
Parece que la oposición no piensa eso...
La oposición, el PSOE y Podemos están gobernando en Madrid y las residencias no les importaron nada. No lo digo yo, lo puede decir cualquier presidente autonómico, incluidos los del PSOE. Los datos están ahí. Nosotros hemos tenidos 619 fallecidos, España está entre 30.00 y 40.000, como mínimo. Multiplicando por 6, que es nuestra ratio, estaríamos hablando de 1.800 o 2.400 y los resultados son 619. La verdad es que en España no hay nadie que critique o que diga que Galicia no ha sabido gestionar la pandemia, nadie salvo la oposición. Canarias y Galicia han sido las comunidades que durante toda las semanas han tenido la menor tasa de letalidad, que es fallecidos por número de contagiados.
Pero se dice que en Galicia el virus circuló poco.
Hemos tenido 12.000 contagiados y esto lo que mide no es el número de infectados, es el número de fallecidos por el número de afectados. Galicia fue la primera comunidad que salió del estado de alarma y somos la comunidad que en los últimos 14 días menos contagiados tenemos por cada 100.000 habitantes. Y esto no lo digo yo, lo dice el doctor Simón. Por tanto espero que le crean al doctor Simón si no me creen a mí.
¿Se esperaba que Fernando Simón les felicitara públicamente por su gestión?
He de reconocer que en las reuniones privadas siempre Sanidad felicitaba a Galicia por la gestión. En privado. En la política actual, que las cosas buenas que te dicen en privado las hagan públicas es una noticia, por lo tanto, agradecimos que lo que nos decían en privado, al final, lo dijeran en público. La clave de los resultados se apoya en varios factores.
¿En cuáles?
Primero, en el comportamiento excepcional de los ciudadanos. Aquí ha habido una responsabilidad excepcional. La segunda, el funcionamiento de los medios sanitarios. El comité clínico del Sergas es de los mejores comités clínicos de España y los protocolos que han hecho de la gestión interna de los hospitales, de los circuitos Covid, de la gestión en los centros de salud, todo es excelente. Y después, la profesionalidad de los servicios sociales. En conjunto, el funcionamiento de nuestra comunidad es para sentirse orgulloso. Cuando te sale una cosa mal lo que tienes que hacer es intentar mejorarla. Pero cuando te sale una cosa mejor que a los demás, no digo bien, pero sí mejor que a los demás, hay que ponerlo en valor. Esto no debería entender de ideologías, debería entender de la satisfacción de ser gallego.
¿Por eso se dio el paso de pedir la entrada en la nueva normalidad?
Lo dimos en el momento en el que observamos que todo iba bien. Tenemos un indicador que es el número de contagios en los últimos catorce días y en los últimos siete y Galicia está diez veces por debajo. Hay comunidades que este índice lo tienen veinte veces más elevado. Si somos la comunidad con el menor número de contagios pues tenemos que ser la comunidad que dé el paso. ¿Eso es arriesgado? Sí. Pero gobernar es tomar decisiones. Hoy se abre a todo el mundo. Por tanto nos reafirmamos en que lo que hemos hecho se basa en criterios epidemiológicos estrictos y de responsabilidad política. Y estamos viendo que, de momento, las cosas no solo no han empeorado, sino que han mejorado.