A una treintena de personas reunió ayer en Tragove la protesta convocada por Igualdad Animal en contra de la utilización y el maltrato de animales en los espectáculos circenses, una concentración que se organizó coincidiendo con la estancia en Cambados del Circo Coliseo, que ayer acababa sus funciones en la villa. Los manifestantes portaron carteles en contra de los abusos que padecen las especies animales en los circos y entregaron información a los cambadeses que acudían a presenciar alguna de las funciones del Coliseo.
“Non estamos en contra dos circos, senón da utilización de animais” ya que tras el colorido de las carpas “existe sufrimento e incluso a morte” de los ejemplares que se utilizan en los espectáculos, afirma Sara Lago, coordinadora en Galicia de la asociación internacional Igualdad Animal. Los circos que utilizan animales, añade, “promoven valores de indiferencia caras o sufrimento alleo, en contraposición cos valores de respecto e empatía que deben definir a unha sociedade eticamente avanzada”. Explica que, desde que son cazados, los ejemplares de las distintas especies son “metidos en remolques e gaiolas toda a súa vida”, con el único objetivo de que cumplan con su papel en la función. Para ello, afirma Sara Lago, “son sometidos a castigos, golpeándoos con látigos ou barras de metal, privándoos de comida e bebida para que consigan repetir números absurdos como ver a un elefante subido a un patín. Sufren moito”, concluye la activista, y esto les provoca en ocasiones enfermedades tanto físicas como psíquicas. Entre estas últimas, la estereotipia.
Además de esta protesta, Igualdad Animal ha solicitado por escrito al alcalde, Luis Aragunde, que prohíba la entrada al municipio a circos que utilizan animales, facilitándole un listado de 20 circos que prescinden de ellos y a los que podría contratar. De aceptar Aragunde esta sugerencia, Cambados se convertiría en el séptimo municipio de Galicia que rechaza los espectáculos circenses con animales. “Esta visión ética”, comenta Sara Lago, está “crecendo” a nivel nacional y también internacional. En España son ya cerca de un centenar las localidades que rechazan los circos con animales.