Indignados. Así se mostraron ayer los marineros de O Grove cuando comprobaron que la instalación de los nuevos fingers ha reducido sensiblemente el tamaño de las plazas de amarre. Tanto, que algunos barcos fueron incapaces de atracar ayer en O Corgo.
El diseño de los fingers, o su distribución, hace que los usuarios de estas plazas consideren que atracan sus barcos en esta zona con viento es, prácticamente, imposible. Añaden además que, en caso de poder hacerlo, quedaría encajonados, de forma que los propios movimientos del mar acabarían destrozándolos por el contacto entre ambas embarcaciones.
El vicepatrón mayor de la Cofradía, José Luis Barreiro, pedía a Portos unas inversiones más racionales. Y es que aunque reconocen que las infraestructuras le fueron demandadas en más de una ocasión, también indicaba ayer que tal y como fueron instaladas le resultan inútiles al sector.
El enfado es bastante mayor con el alcalde, Miguel Ángel Pérez, ya que no entienden porqué acudió sin ningún representante de la Cofradía a acompañar a José Juan Durán en la visita que hizo a los fingers este lunes.
Le acusan de querer “colgarse medallas” cuando apenas tiene en cuenta las demandas que le formula la Cofradía.
Y es que Barreiro se refirió a una reunión solicitada por la Xunta Xeral de la Cofradía el pasado mes de septiembre y que todavía no se ha producido.
En aquel momento la Cofradía quería abordar con el alcalde las posibles compensaciones a negociar por el uso que el Concello tenía que hacer de la lonja con motivo de la Festa do Marisco.
“Parécenos unha falta de respeto aos mariñeiros que ainda non nos teña recibido. É unha maneira máis de demostrar o interese que ten polos nosos problemas. E despois vaise meter na obra que está a facer Portos no Corgo. Non ten sentido”, apuntaba Barreiro.