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miércoles | 24 abril | 2024
Peculiar estampa la de este fin de semana cuando la Guardia Civil identificó a un vecino de Boiro que circulaba bajo los efectos del alcohol y procedió a inmovilizar el vehículo. La sorpresa llegó cuando el taxista al que había llamado el boirense para que le fuera a recoger, llegó al lugar y los agentes detectaron que el conductor del servicio también superaba la tasa de alcohol permitida. Ambos fueron denunciados como presuntos autores de infracciones a la Ley de Seguridad Vial.
Los hechos ocurrieron cuando efectivos del destacamento de Tráfico se encontraban realizando un dispositivo para el control de la movilidad y alcoholemia en la carretera AC-305 en el término municipal de Padrón. Los agentes procedieron a la detención del vehículo en el que viajaba el vecino de Boiro y le realizaron las pruebas de alcoholemia, que según la Guardia Civil, arrojó valores de sanción administrativa en ambas pruebas, quedando incapacitado temporalmente para la conducción.
El vehículo fue inmovilizado y el conductor tuvo que solicitar la presencia de un taxi para que lo llevara a su domicilio. Al llegar, los guardias civiles observaron en el conductor “síntomas manifiestos” de hallarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas, por lo que le realizaron las pertinentes pruebas de alcoholemia que dieron como resultado un valor de 0,46 miligramos por litro, triplicando el límite legal establecido para conductores profesionales.
Después de inmovilizar el taxi y tras las correspondientes denuncias a ambos conductores, fue necesaria la presencia de un tercer vehículo, cuyo conductor arrojó valores negativos en las pruebas de alcoholemia, y pudo trasladar a los denunciados.
