Cristóbal Juncal (Moaña, 29/03/1981) regresa mañana a Calabagueiros para medirse con el Arosa al Centro de Deportes Barco, equipo en el que militó las dos últimas temporadas, dejando un grato recuerdo tanto a nivel futbolístico como personal. A sus 37 años y tras jugar 13 temporadas en Segunda B, Cristóbal disfruta en Vilagarcía de su tercera etapa junto a Rafa Sáez.
Uno se pierde al repasar su trayectoria, once clubes por diferentes partes de España durante dos décadas, un trotamundos del fútbol...
He estado en bastantes sitios, antes la cosa estaba un poco mejor que ahora en el fútbol. Fueron dos temporadas en el Celta B, dos en el Zamora, una en la Gramanet, en la Cultural Leonesa y en el Alzira, dos en el Lugo, una en el Tenerife, media en el Pontevedra, tres y media en el Coruxo, las dos últimas en el Barco y ahora aquí en el Arosa.
Ha jugado al lado y en contra de muchos jugadores del fútbol profesional, ¿a quiénes destacaría?
Fueron bastantes los que llegaron a Primera, es difícil nombrar a alguno... Bueno, diría a Dani Gimémez, portero actual del Deportivo con el que estuve en el Celta B y el Zamora y tengo muy buena relación, también Borja Oubiña, Jonathan Aspas...
¿En qué momento tanto Jonathan cómo usted pasaron a ser en el mundo del fútbol “el hermano y el tío” de Iago Aspas?
(Risas) Al principio en el Celta destacábamos Jona y yo, Iago era cadete e incluso se había marchado a otro equipo creo recordar, lo conocían como “el hermano pequeño de Jonathan”, pero tras su gran temporada en Primera División antes de marcharse al Liverpool todo cambió y Jona pasó a ser “el hermano mayor de Iago”.
Menuda estirpe familiar de futbolistas en Moaña...
Sí, es curioso, el hermano mayor de Iago y Jonathan, Urbe, también jugó, de portero en el Alondras, luego está Adrián Cruz, ahora en el Burgos, mi padre y su madre son primos, y luego por parte de los Aspas está Aitor también.
¿Cómo ha sido su evolución posicional en el terreno de juego todos estos años?
Desde chaval jugué de extremo derecho, también en el Celta B, donde fui incluso delantero, en el Zamora ya jugué algunos partidos de lateral por la lesión de un compañero, estuvimos trece jornadas sin encajar y la defensa fue inamovible, pero luego volví a jugar de extremo en todos los equipos hasta que Quique Setién me puso de lateral en el Lugo.
Hábleme de Setién...
Tenía una muy buena forma de ver el fútbol, diría que casi perfecta, es un entrenador que le gusta todo con balón, sacarlo jugado desde atrás, quedamos campeones en Segunda B el año anterior al ascenso.
Ha tenido muchos entrenadores. ¿A quién citaría?
Tuve bastantes sí, en el Tenerife en una sola temporada fueron tres y eso que solo estuvimos una jornada fuera de puesto de play-off. A Rafa lo tuve en el Celta B y el Coruxo y ahora en el Arosa.
¿Le convenció fácilmente este verano?
En el Barco tenía una oferta de renovación, pero quería venirme cerca de casa porque tengo una niña.
Extremo, lateral y ahora central en el Arosa...
En el Barco también jugué de central y de mediocentro, como en el Coruxo alguna vez y aquí en el Arosa ya algún partido también. Con los años pierdes la velocidad, no la larga, pero sí la explosiva. De central me siento con confianza, tengo unos mecanismos ya adquiridos.
¿Cómo ve al Arosa?
Lo veo con ilusión, muy renovado y tratando de hacer cosas buenas, poco a poco vamos encontrando nuestro juego para tratar de pelear por esos primeros puestos.
Es el veterano del vestuario, ¿qué experiencia trata de aportar?
Sobre todo a la hora de manejar partidos, somos un equipo joven, a muchos jugadores aún les falta eso, saber que hay que hacer cuando vamos ganando o perdiendo.
¿Qué me dice del Barco?
Lo conozco bien, tengo excompañeros con los que guardo muy buena relación. Es un equipo de mucha calidad, destacaría a Rubén García, aunque ahora está lesionado, es uno de los pilares, lo tuve de compañero en el Zamora y en la Cultural, después Ivi Vales, David Alvárez, Diego Tato, Omar... son muy buenos jugadores.