El rianxeiro José Enrique Abuín Gey, alias “O Chiclé”, fue trasladado ayer desde la cárcel de A Lama hasta la sede de la subdirección territorial del Instituto de Medicina Legal (Imelga), que se encuentra situada en el edificio de los juzgados de A Parda, en Pontevedra. La llegada a esas dependencias de este individuo investigado por la desaparición y crimen de Diana Quer se produjo a las nueve de la mañana para comparecer ante su equipo psicosocial, pero no para ningún tipo de declaración. Allí permaneció durante algo más de cuatro horas para ser sometido a una evaluación o peritaje de carácter psicológico. No han trascendido detalles sobre en qué ha consistido ese examen forense, ni tampoco quien lo ha solicitado, pues tanto el abogado de la familia de Diana Quer como la letrada de “O Chiclé” aseguraron desconocer el contenido de esas diligencias.

El primer abogado que tuvo Enrique Abuín, José Ramón Sierra, había manifestado en algunas de sus comparecencias públicas que solicitó que se le practicase un reconocimiento psiquiátrico o psicológico para tratar de determinar su estado mental y su posible influencia en su comportamiento, por lo que no se descarta que se tratase de esta diligencia. Lo que si se sabe es que el titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Ribeira, Félix Isaac Alonso Peláez, acordó una providencia a solicitud del propio Imelga para que se remitiera un oficio a la cárcel pontevedresa de A Lama para que dispusiera la comparecencia del interno, “O Chiclé”, en las dependencias clínico-médico forenses situadas en los juzgados de A Parda en la jornada de ayer, a las 9.00 horas, para que se pudiera llevar a cabo el reconocimiento acordado en el procedimiento. Lo que si se ha sabido es que esta no fue la única vez que el autor confeso de la muerte de la joven madrileña, pues ya estuvo, al menos, una vez más en dicha sede del Imelga -se realizan allí por su proximidad al centro penitenciario en el que está ingresado- para empezar a practicarle pruebas periciales, de cuyo resultado se informará al juzgado instructor del caso.

Mientras eso era lo que ocurría en el Imelga de Pontevedra, delante del edificio de los juzgados de Ribeira se concentraron un buen número de medios de comunicación -no tantos como en los primeros días tras la detención de “O Chiclé”- y tres furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP) del Cuerpo Nacional de Policía. Esta última presencia estuvo motivada, al parecer, por una confusión en relación con la notificación remitida desde la institución penitenciaria a la comisaría ribeirense. Desde algunas fuentes se indicó que resultaba “ambigua”, lo que pudo provocar que se solicitase que acudieran esas unidades de los antidisturbios hasta la capital barbanzana. Mientras tanto, en el Juzgado de Instrucción Número 1 de Ribeira reaccionaron con sorpresa al saber a que respondía el despliegue mediático y de medidas de seguridad, pues no habían acordado por el momento la práctica de esa diligencia. Al informarse de que “O Chiclé” no iba a ser trasladado hasta allí, policías y periodistas desmontaron sus operativos.