Las lluvias ponen el Umia al límite e inundan locales y bajos en Caldas y en Cuntis

Las lluvias ponen el Umia  al límite e inundan locales  y bajos en Caldas y en Cuntis
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El día de Reyes amaneció pasado por agua en la comarca del Ulla-Umia. Las intensas lluvias caídas durante la madrugada provocaron desbordamientos de ríos y regatos, anegaron fincas y, lo peor, también afectaron a algunas viviendas, bajos y locales de hostelería, sobre todo en los municipos de Caldas de Reis, Cuntis y Valga, en los que tradicionalmente se repiten los problemas con las riadas.
Los caldense pasaron toda la mañana y parte de la tarde en vilo, ya que el nivel del Umia crecía a un ritmo vertiginoso. Como también lo hacía el del embalse de A Baxe, en el que el agua llegó a subir unos 45 centímetros cada media hora. La presa empezó a laminar sobre las 8:45 y su vaciado provocó un aumento del caudal del río aguas abajo. “Las previsiones son de desbordamiento seguro”, afirmaba el alcalde, Juan Manuel Rey, poniéndose en el peor de los escenarios. Mientras, la Policía Local y Protección Civil, ayudados con megafonía, pedían a los vecinos que retirasen los coches de las zonas lindantes a los ríos y de algunos garajes. Pero, afortunadamente, la lluvia dio una tregua a primeras horas de la tarde y poco a poco el nivel del Umia a su paso por el casco urbano comenzó a descender. Lo hizo cuando estaba ya al límite. En A Tafona, en la confluencia con el Bermaña, faltó poco más de un centímetro para producirse el desbordamiento, indican fuentes de Protección Civil. Por eso se precintó la zona para evitar que las personas circulasen y pudiera producirse algún accidente. En cuanto al río Bermaña, el riesgo fue un poco menor y se quedó a “menos de un metro para salir por la Calle Real”.
Con la situación ya un poco más tranquila, el alcalde respiraba: “Si no se produce ningún repunte parece que vamos a aguantar”. Pero, aún así, se produjeron daños en locales de hostelería como la Taberna O Muíño, en la que parte del mobiliario y algunas bombonas flotaban sobre una lámina de agua. También se vieron afectados los bajos del bar Termas y del supermercado Froiz, en los que voluntarios caldenses (se movilizaron seis), con ayuda de Protección Civil de Cuntis, estuvieron achicando agua durante buena parte del día.
En Cuntis la jornada no fue menos ajetreada desde el amanecer, también con daños materiales en casas en las inmediaciones del regato de Calvos, que desbordó y obligó a cortar un tramo de la vieja carretera N-640. En la vivienda número 1 de Meira tuvieron que achicar agua   desde las ocho de la mañana. Calderos, escobas, bombas de achique... toda ayuda era poca para sacar el agua del interior del inmueble. “Entrou en toda a casa”, indicaba Serafín Escariz, hijo de los propietarios. Ya están acostumbrados a los anegamientos, que se repiten periódicamente y que achacan a las obras de construcción de la circunvalación de la N-640. “Cando fixeron a carretera nova, as tubarías que instalaron non desaugan o suficiente”. El mismo problema afecta a la vivienda número 2 de la Circunvalación Don Aurelio, que quedó rodeada por una inmensa balsa de agua. La bodega fue la zona del inmueble más afectada por la inundación, en la que prácticamente todo quedó cubierto por el agua. Voluntarios de Cuntis y Caldas ayudaron al propietario en las tareas de achique con varias bombas. n

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