Los vecinos de las comarcas arousanas celebraron ayer el Samaín con diversas actividades. Las calabazas y los “terroríficos” disfraces tomaron las calles de Catoira y Cambados, en una festividad que cada año convence a un mayor número de asistentes.
Aunque en la villa de las Torres do Oeste son ya casi dos décadas los que llevan celebrando la “Procesión das Caveiras”, un evento dirigido a los más pequeños pero del que disfrutan por igual los adultos. Los actos comenzaron a las seis de la tarde, con “Contos para pasalo de medo”.
Al mismo tiempo, se llevó un taller de maquillaje infantil, al que siguió el preceptivo “photocall”. Los niños pudieron hacerse una foto con su calabaza y su “terrorífico” disfraz. A continuación, tuvo lugar el “Desfile de caveiras” propiamente dicho, por las calles del municipio, que estuvo acompañado por la Banda de Música y finalizó con el tradicional magosto y degustación de dulces.
El evento está organizado por la Concellería de Cultura de Catoira, con la colaboración de la Xunta de Galicia a través del programa “Ler conta moito”. La actividad es ya un clásico de la programación otoñal.
Chocolatada
Los isleños no se resistieron tampoco a desfilar con sus "peores caras". El famoso "Desfile de Samaín" de A Illa partió de la Casa Cosistorial y recorrió el centro del municipio, para delicia de pequeños y mayores. La cita incluyó disfraces, música, animación y una chocolatada caliente para los asistentes, como fin de fiesta.
Pero no fueron los únicos eventos relacionados con esta celebración, que mezcla tradiciones. En Cambados celebraron su propio magosto y samaín en la biblioteca Luis Rei, mientras que en Ribadumia escogieron el pabellón de Barrantes como escenario. En este caso, se incluyó una peculiar “procesión de defuntos”. A estos eventos se suman las fiestas celebradas en los colegios.  l