La Guardia Civil investiga si el incendio de cuatro coches que estaban aparcados en la nave de lo que en su día fue Mosaicos Hierro, en la parroquia catoirense de Abalo, pudo ser intencionado.
El propietario de los vehículos que entiende que el fuego que quemó por completo los turismos tuvo que ser provocado esgrimiendo el argumento de la lógica de que “non arden sós”.
Durante la jornada de ayer estuvo en el lugar donde se originó el fuego tratando de buscar algún indicio que permita conocer con exactitud las causas de este incendio.
Lo primero que hizo fue presentar la preceptiva denuncia ante la Guardia Civil, por lo que son ahora los agentes del instituto armado los encargados de averiguar el origen del incendio que dejó a los cuatro vehículos totalmente inservibles.
Todavía en plena evaluación de los daños, las primeras estimaciones realizadas por el propietario de los coches apuntan a que las pérdidas económicas por este suceso pueden rondar los quince mil euros.
El incendio se produjo pasadas las once de la noche del pasado viernes cuando unas personas dieron el aviso de que salía fuego de una nave de Catoira. Enseguida se montó un dispositivo de emergencias y se desplazaron al lugar diferentes unidades, entre ellas los bomberos de O Salnés, que tardaron más de una hora y cuarto en normalizar la situación.
De hecho, cuando llegaron al lugar los coches estaban totalmente envueltos en llamas y se producía alguna pequeña explosión que fue pronto fue controlada.
Una vez que el fuego quedó extinguido y la zona enfriada para evitar nuevas reproducciones, el propietario realizó una rápida evaluación de las pérdidas, al mismo tiempo que denunciaba el caso ante los agentes de la Guardia Civil.