El famoso Test de Rorschach plantea una serie de láminas en las que figuran manchas de tinta aleatorias que ayudan a determinar la personalidad de quién las trata de identificar, en función de las figuras que cada uno reconoce en ellas. Ninguna respuesta es correcta, todas son válidas, porque ninguna de las manchas es nada en si misma.
El cartel con el que se promociona este año el Momo de Vilanova es digno sucesor de esta técnica, presentando una silueta equívoca con un interrogante en la casilla que debe ocupar la identidad que adoptará este año en la localidad el pelele carnavalesco de las mil caras.
Tradicional y oficiosamente, el Concello lanza unas pocas pistas cada año para que los vecinos se enfrasquen en las conjeturas sobre qué representación de un personaje de la esfera pública será quemada durante el carnaval en el municipio, entre escarnios y burlas, y por qué.
Este año, antes incluso que estas primeras y únicas pistas, la mancha del cartel ha precipitado ya las primeras elucubraciones y ayer se escuchaban las primeras interpretaciones: Desde quienes no veían nada concreto a quienes  incluso identificaban una inequívoca cabellera... Aunque todo puede ser una maniobra de despiste, puesto que la identidad del Momo se guarda en absoluto secreto hasta el mismo día del desfile.
Este año, el día grande en que se desvelará el acertijo, será el domingo 22, con salida del centro a partir de las cinco de la tarde. El sábado previo, el 21, se celebrará el tradicional velatorio satírico, a las 20 horas, frente a la Casa Consistorial. Allí habrá degustación gratuita de orejas y filloas, para terminar la velada con una verbena y una queimada.
La fiesta del Momo es siempre una de las más multitudinarias de la localidad y acostumbra a poner el broche final a los carnavales de la comarca.
El cartel de este año hace repaso, además, de las diferentes identidades que adoptó el muñeco desde el año 2004, las más recientes, las de Ana Botella, Luis Bárcenas, Iñaki Urdangarín, Silvio Berlusconi y Belén Estéban.