El Concello de Vilagarcía y Cáritas Diocesana firmaron ayer un convenio para instalar seis contenedores de ropa en el municipio, más de la mitad de los once que se colocarán por toda la comarca de O Salnés. Cáritas acaba de poner en marcha en Santiago una empresa de reciclaje textil con un nombre muy significativo: Arroupa. Precisamente en la nave de mil metros cuadrados situada en el polígono de Tambre trabajan diez personas de las cuales siete son reinsertadas directamente desde la entidad benéfica. Una de ellas procede de Vilagarcía. La recogida distinguirá entre las prendas que se destinen a la venta en segunda mano, la que se envíe a otros países, la que se recicle y la que se destruya ecológicamente.
Anuncio Mouriño, director diocesano de Cáritas, explica que la entidad se encuentra en pleno proceso de recuperación de la actividad promocionista, truncada por la crisis económica que devolvió al primer plano la actividad asistencialista de esta y otras asociaciones benéficas. “Queremos que as persoas se reinserten na sociedade para valerse por si mesmas sen ter que recurrir a nós”, asegura Mouriño, que incide en que en cualquier caso la situación continúa siendo preocupante. La cronificación del desempleo y de la pobreza son dos de los problemas más fuertes a los que se enfrenta Cáritas a diario, según explica Anuncio Mouriño. En este difícil panorama emerge una figura preocupante, la del “traballador pobre, que ten que acudir a Caritas para poder rematar o mes”.
Por otra parte, la Unión Federal de Policía hizo entrega a Cáritas de un extenso lote de potitos, alimentos no perecederos y juguetes donados por agentes solidarios de Vilagarcía.