“Por fin”. Con esas palabras de alivio el alcalde de Cuntis, Antonio Pena, comprobó junto al delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, y el jefe territorial de Infraestruturas, José Luis Díez, el inicio de las obras de urbanización y humanización de la calle Bernardo Sagasta. Un proyecto “xusto”, dijo, y que “era demandado polos veciños dende hai moitísimos anos”. El regidor destacó que, al margen de las mejoras estéticas, las obras incluyen la renovación de la red de saneamiento, actualmente unitaria, lo que genera constantes problemas de anegamientos en época de lluvias al desbordar el agua por las arquetas. Se instalará una red de recogida de aguas pluviales, que se separarán así de las fecales, y esto “axudará a evitar os problemas que padecemos dende hai un montón de anos”, incidió el primer edil cuntiense.
Las actuaciones, adjudicadas a la empresa Construcciones Crespo por 350.453 euros, supondrán la renovación de las aceras, que tendrán un mínimo de 1,8 metros de ancho y estarán pavimentadas con granito. En el margen derecho de la vía se habilitarán plazas de estacionamiento para vehículos, un área que se ejecutará en adoquín. La utilización de estos materiales “é importante á hora de integrar a rúa no casco histórico”, señaló Cores Tourís. En este sentido, el alcalde, recordó que esta es la principal “vía de entrada cara o balneario, o principal punto de referencia que temos en Cuntis”.
La circulación de vehículos se limitará a un único sentido (de entrada hacia el centro de la villa), con un carril de cuatro metros de ancho. Durante las obras sólo se permitirá circular en esa dirección y la calle estará vetada para los vehículos pesados. Para advertir a los camioneros, se instalará una señal en la confluencia de la PO-220 con la carretera del polígono, que será la que deban utilizan los transportes para acceder al casco urbano. Tampoco se permitirá el estacionamiento de vehículos mientras se ejecutan los trabajos.
En un extremo de la calle (el que confluye con el tramo viejo de la N-640) se dispondrán tres plazas para el estacionamiento de autobuses y, en el opuesto, se marcará una zona de carga y descarga para dar servicio a los establecimientos comerciales y de hostelería existentes. También se mejorará la intersección de entrada a la calle, con una mejor señalización y su ajardinamiento, aunque “seguirá funcionando igual que agora”. La colocación de luminarias, bancos, maceteros y papeleras completará el proyecto, que tiene un plazo de ejecución de seis meses. “Esperemos que a procesión das Dores xa poida pasar pola rúa”, dijo Pena.