El Concello de Sanxenxo investiga unas obras sin licencia ejecutadas en el interior del recinto de la antigua discoteca de Noalla a raíz de diversas denuncias vecinales. Sobre la edificación, situada enfrente de uno de los aparcamientos de la playa A Lanzada, pesa además una orden de derribo de la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU) por encontrarse ubicada en un espacio protegido de Red Natura. Como local de ocio nocturno tuvo actividad en los años 90 y en la actualidad sirve como sede del colectivo motero Rebels Motor Club Hispania.
El movimiento de obra se aprecia ya desde el exterior al sobresalir una pared de bloques y vigas por la parte superior del muro. Fue precisamente esto lo que alertó a los vecinos que denunciaron la situación ante el Concello de Sanxenxo donde no consta ningún tipo de permiso ni licencia para realizar obras de ningún tipo. A esto se suma, la delicada situación legal del inmueble que irremediablemente deberá pasar por la piqueta al no ser posible una legalización.
El presidente de Rebels Motoclub Hispania, Jose Manuel Laya, explicó ayer que los trabajos realizados en el interior consistieron en “asegurar uno de los muros exteriores porque debido a los temporales de este invierno estaba en riesgo de derrumbe”. Laya incide en que se trata de unas obras que se realizaron por una cuestión de “seguridad y solo se fijó una pared”. Reconoce que desde su llegada se realizaron “algunas mejoras, pero ninguna de tipo estructural, porque la edificación estaba en ruinas después de estar más de 15 años cerrada y sin ningún tipo de mantenimiento”.
El club de moteros cuenta con esta sede en régimen de alquiler desde hace unos años. “Ahí mantenemos nuestras reuniones y lo utilizamos como sede del colectivo”, apunta.
Laya se mostró sorprendido por la denuncia vecinal y aseguró que “en ningún momento se pusieron en contacto con nosotros para comentarnos nada ni tampoco del Concello”.