Vilagarcía fue uno de los municipios que más incidencias registró, según el 112, y en Rosalía de Castro la tromba se alió con el deficiente asfaltado y convirtió este vial, uno de los principales accesos al municipio, en una piscina.Varias arquetas desbordaron formando géiseres que hacían intrasitable el paso por las aceras. Por la carretera, la situación no era mucho mejor. El tráfico rodado se vio afectado por el río que cubrió la calzada y los coches levantaban importantes cantidades de agua. Un panorama que se prolongó durante una hora, aproximadamente.
Cabe recordar que Rosalía de Castro se sometió a unos trabajos de asfaltado ejecutados por la Xunta de Galicia que tenían como objetivo precisamente reparar este vial y subsanar sus deficiencias para traspasar la titularidad al Concello de Vilagarcía.
Un asfaltado que se anunció como integral pero que finalmente se hizo por tramos y que desde el primer momento dejó en evidencia que los resultados no eran, precisamente, los esperados por el Concello, que no aceptó la cesión del vial.
De hecho, los problemas de bolsas de agua, que se dieron siempre en Rosalía de Castro, se vieron agravados precisamente por el asfaltado. Durante los trabajos se rompieron arquetas y se tapiaron las salidas de varias alcantarillas.
Nada de esto es suficiente sin embargo para que la Xunta tome cartas en el asunto. Los trabajos de asfaltado que se prolongaron mucho más de lo previsto y causaron serios problemas al tráfico, sin que nada de esto redundase en beneficios para los usuarios de este transitado vial, que continúan sufriendo importantes problemas cada vez que llueve un poco fuerte. La administración autonómica llegó a negar la necesidad de solucionar los desperfectos para cuatro días después anunciar una nueva inversión de la que, por ahora, nada se sabe.