Roscas, chocolate, bollos de huevos y, sobre todo, mucho azúcar por Pascua

Roscas, chocolate, bollos de huevos y, sobre todo, mucho azúcar por Pascua
las estructuras de chocolate de lo más variopinto se han puesto muy de moda g. salgadolas estructuras de chocolate de lo más variopinto se han puesto muy de moda g. salgado


La estampa era igual ayer en todos y cada uno de los municipios arousanos. Roscas, roscones, huevos de Pascua y un sinfín de invenciones más se traspasaron estos días de manos, de padrino a ahijado, de madrina a ahijada o de todos para todos. La Pascua es una de esas tradiciones que tiene un fuerte arraigo en Arousa que no destaca especialmente por la magnitud de sus actos en Semana Santa. Sin embargo no hay nadie que estos días no reciba una visita especial condimentada con mucho azúcar.
Las principales pastelerías y panaderías de la comarca trabajaron toda la semana duplicando esfuerzos para hacer frente al grueso de pedidos. Eso en los pueblos más grandes. En aldeas más pequeñas con panadería propia son los propios vecinos los que ejercen de reposteros improvisados cociendo sus propios bollos y piezas de pan en el horno profesional.
La crisis, muy virulenta en el caso de O Salnés, no ha minado en absoluto una tradición que se arrastra desde tiempos inmemoriales y que se modifica ligeramente según la zona o el lugar concreto. Si hace años la mayor parte de la gente entregaba a sus ahijados un bollo de huevos, hoy en día prima más el roscón o la rosca e incluso se ha adentrado bastante la tradición más foránea de huevos de chocolate o incluso de esculturas muy trabajadas representante infinidad de espacios: Casas, balones de fútbol o escudos de sus grupos favoritos. Y es que incluso en Pascua a los más pequeños de la casa les sigue pareciendo atractiva la idea de comerse un buen pedazo del Barsa o del Real Madrid.

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De lo que no cabe duda es que, al igual que las floristerías en épocas como Todos los Santos y Difuntos, las pastelerías hacen su agosto por esta época. Los precios, para todos los gustos, pero es muy raro que alguien se quede sin su dulce recuerdo de Semana Santa.
A lo largo de estos últimos días festivos en los principales establecimientos de Vilagarcía podían verse colas enormes para, fundamentalmente, recoger sus encargos. Y es que pocos esperan hasta el último momento para decidirse sobre uno u otro dulce. La tradición es la que manda.
Y es que son muchos los que creen que a lo amargo y crudo del momento, nada mejor que un toque de azúcar para endulzar un poco la situación. Esta entrega de roscones y dulces variados fue el culmen a una Semana Santa cargada sobre todo de actos religiosos y que fue aguada, en su mayor parte, por las intensas lluvias que no dejaron ver el sol en Arousa.

Roscas, chocolate, bollos de huevos y, sobre todo, mucho azúcar por Pascua

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