El Tribunal Supremo ha anulado la condena de seis años y medio de cárcel impuesta por la Audiencia de Madrid a Pablo Vioque Lages, hijo del narcoabogado del mismo nombre fallecido hace años. La sala segunda ha anulado las escuchas telefónicas que “fueron la única prueba de cargo contra él” ya que fueron autorizadas en base a un oficio policial que “carecía de indicios relevantes para sustentar la intervención de esas comunicaciones”, señala en su sentencia. 
La resolución, de la que ha sido ponente el magistrado Perfecto Andrés Ibáñez, destaca que la petición de las escuchas, realizada en 2013, “partía de ‘presumir’ como algo cierto la existencia de una organización dedicada al tráfico internacional de cocaína, a la que pertenecerían los acusados”. Además de Vioque Lages, fueron arrestadas otras personas. De hecho, el Supremo también ha anulado la condena de José Rafael Arrats Prats y C. C. G., de seis años y dos meses de prisión, ya que “sus condenas también tuvieron como causa exclusiva las escuchas que se hicieron con vulneración del derecho constitucional al secreto de las comunicaciones”. 
El Supremo señala  que se hizo un “uso mecánico” de esa lectura y se interpretaron todos los datos acopiados “gerenalmente banales”. Es más, considera que la información aportada al Juzgado Central de Instrucción número 3 –que fue quien autorizó las escuchas– “no pasó de ser la mera afirmación de la posible existencia de un tráfico de cocaína”. Añade que, si bien podría haber servido para continuar con la investigación policial, había “falta de indicios de sustento de algún valor” y “no debió ser tomada en consideración por el juzgado” antes de que hubiera tenido algún resultado estimable.  

droga adosada al cuerpo
Por otra parte, mantiene las penas para tres acusados que no recurrieron: Ricky Carrasquilla (a quien se le aplicó la atenuante de confesión), de cinco años; Juan Carlos Suaza, seis años; y Giovanni Mercurio, de seis años de cárcel. Los tres fueron detenidos el 1 de julio de 2013 en el parking del aeropuerto de Madrid tras desembarcar el último un alijo de 4,6 kilos de coca adosado a su cuerpo y piernas en una especie de chaleco-braguero. n