Ravella carece de información técnica sobre el tren turístico que desde hace dos años recorre las calles y carreteras de la ciudad. Así aparece reflejado en la documentación que tiene en su posesión Eloy Lapido, el propietario del perro que falleció bajo las ruedas de este vehículo en una zona peatonal.
El gobierno local ya requirió a la empresa Viajes Turísticos Silest que presente toda la documentación que se le pidió en su momento y que es necesaria para que se le conceda la autorización para circular por las calles de la capital arousana, de la que por el momento carece.
Los documentos que tendrá que aportar esta firma, según consta en el propio acuerdo adoptado por la Xunta de Goberno Local en julio de 2011, son el seguro de responsabilidad civil para los ocupantes y un itinerario con las rutas y horarios del tren.
La legislación sobre este tipo de vehículos especiales es muy clara y establece la obligatoriedad de presentar la tarjeta de inspección técnica con el reconocimiento en vigor.

denuncia
En cualquier caso, Eloy Lapido ya está reuniendo toda la documentación necesaria para presentar, de ser el caso, una denuncia, ya que considera que el gobierno local no ha sido lo suficientemente vigilante con una cuestión que afecta a la seguridad de todos los vilagarcianos.
Los hechos que provocaron este conflicto se produjeron el 16 de mayo, cuando el hombre se encontraba paseando a su perro en las inmediaciones de la Praza de Abastos y vio como el animal moría atropellado. La Policía Local levantó un atestado de este accidente y, según consta en el propio documento, la titular del tren turístico dijo que tenía autorización “verbal”  del concejal de Turismo, pero no llegó a presentar ningún escrito.