Vuelos disuasorios para ahuyentar gaviotas en A Toxa

Vuelos disuasorios para ahuyentar gaviotas en A Toxa
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Las gaviotas patiamarillas, un ave muy común en toda la ría arousana, amenazaba con convertirse a principios de verano en una auténtica pesadilla para los residentes en la urbanización Rueiros, en A Toxa.
Y es que una colonia de estas aves se instaló cómodamente en sus jardines y se adueñó de las cinco piscinas circulares, imposibilitando el disfrute de las mismas a sus propietarios.
La solución llegó de “Naturfalco” y del cetrero Óscar Labarra. Hasta A Toxa han desplazado a tres bonitos ejemplares de Águila de Harris —Parabuteo Unicinctus— que tres veces al día realizan vuelos disuasorios con el objetivo de ahuyentar a las gaviotas.
Y parece que lo han conseguido. Si a principio del verano unas 50 gaviotas se dedicaban a utilizar las piscinas para refrescarse y deshacerse del agua salada en sus plumaje, en agosto ya ninguna se atrevía a hacerlo.
Y es que la presencia de las Águilas de Harris las intimida. “Entienden que tienen un depredador natural en el entorno y van, poco a poco, modificando sus hábitos”, explica Óscar Labarra que, sin embargo, reconoce que una vez que las aves rapaces desaparecen de este hábitat, las gaviotas vuelven a lo que consideran que es su territorio.
En el caso de Rueiros, tres vuelos diarios fueron suficientes para resolver un problema que se había convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los propietarios de la urbanización.
Lo mejor de este método es, según opina Óscar Labarra, “es que se practica una metodología natural, que no altera ni el medio ni otras especies, ya que no se utiliza en ningún momento ningún producto químico ni ningún elemento agresivo”.
Y es que el objetivo de las rapaces no es cazar, sino dejarse ver en la zona invadida por las gaviotas.
Además de lo respetuoso de este método con el medio ambiente, Óscar Labarra destaca su económico precio frente a otros métodos que necesitan andamiajes, estructuras o instalar algún tipo de trampa.
“Una de las cosas que más nos satisface es que se actúa solo sobre las gaviotas. Aquí hemos conseguido ahuyentarlas, pero en el parque hay mirlos y torcaces. El resto de las especies no se sienten en absoluto amenazadas y continúa con su vida con normalidad”.
Y las gaviotas no son las únicas aves con las que es eficaz este método. También es aplicable a las palomas. Y no solo en piscina. Es también un buen método para proteger iglesias y patrimonio protegido, “en ciudades o en espacios más acotados”.

Vuelos disuasorios para ahuyentar gaviotas en A Toxa

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